Paul McCartney ha sido visto con su mujer Nancy Shevell y su hijo James McCartney acudiendo como un hincha más al último partido de los Lakers en Los Ángeles. Sentado entre el público vestido de manera informal, el inglés ha disfrutado del juego bien acompañado.
El matrimonio se casó el pasado año 2011 en una ceremonia civil muy íntima y ambos siguen avivando la llama del amor, compartiendo momentos tan encantadores como éste. Entre vítores y aplausos del público, la pareja continuó riéndose después del beso y, durante el partido, compartieron confidencias entre susurros.
Paul McCartney bailó al ritmo de 'Can't Buy Me Love'
A lo largo de los diferentes descansos del partido de la NBA, McCarteny no dudó en divertirse al ritmo de la música y, en el momento que se escuchó por los altavoces la canicón de The Beatles 'Can't Buy Me Love', el músico se levantó alzando los brazos y bailó durante unos segundos.
Su hijo, -que escribió algunas de las canciones publicadas en su álbum en solitairo-, James McCartney, fue el único de los tres que permaneció más serio mientras el partido avanzaba. Está claro que los genes danzantes de su padre no los ha heredado.