A esta ilusión cabe sumar que se ha comprado una casa gracias a la ayuda de los padres de su novio. "¡La casa del amor!", ha dicho, para seguir añadiendo: "Es espaciosa, con solo 50 metros, y tiene mucha luz, antes vivía sin ventanas. Ni mis hijos ni yo pasaremos lo que yo ya pasé con mi madre. Tuvimos que vivir en un convento porque no teníamos nada. Nunca me voy a ver en la calle".
Y es que ha tenido que recurrir a sus suegros porque no puede recibir ningún tipo de ayuda de su madre o de su hermana: "Tenía un dinero ahorrado y lo invertí en comprar el piso de la playa de mi madre, con esto ella avaló a mi hermana porque se ha quedado embarazada y necesita comprarse su casa. Mi madre no me podía ayudar y no me daban la hipoteca porque también avalé a mi hermana para su coche. Al final, te tienes que aguantar. Como siempre, me las apañé yo sola y, gracias a los padres de Pablo, conseguimos la hipoteca. Su hermano me dejó dinero; él, también".
Recuperándose
Por otro lado, se ha sometido a una operación de pecho para reducirlo tres tallas porque le estaba produciendo muchos problemas de salud sumados a otros tantos, como vómitos, brotes de acné o dolor de estómago, pero en todo momento ha contado con el apoyo incondicional de su novio.