Se caracteriza por ser discreta y por no querer entrar al trapo de lo que se dice sobre su vida privada, pero esta vez ha querido hacer una excepción dando una entrevista para revista ¡Hola! en la que, además de hablar de sus proyectos profesionales, también ha acalarado algunos asuntos.
Así, además de comentar que está muy ilusionada con el lanzamiento de su firma de moda puesto que diseñar es una de las cosas que más le apasionan desde niña, ha querido aclarar sus problemas con Hacienda tras aparecer en la lista de morosos que se publicó el pasado junio.
Patricia Conde haciendo el signo de la victoria tras su separación de Carlos SeguíEn dicha lista se señalaba que la presentadora tenía con el fisco una deuda 1.865.412 de euros. Una deuda que viene de tiempos atrás -" se remonta a hace más de diez años "- y que ya ha solucionado para ponerse al día con la Agencia Tributaria: " En un par de semanas este tema estará zanjado ", ha asegurado a la publicación.
Patricia Conde cree que habrá represalias
Pero ese no es el único problema que tiene pendiente y que debe resolver para evitar otros problemas. Poco después de ver la luz su deuda con Hacienda también se supo que la Fiscalía le pide dos años de cárcel por un delito de revelación de secretos por una información que aportó durante el juicio de divorcio de Carlos Seguí. Ella asegura que en su día esa prueba fue aceptada por un juez y no entiende ahora a qué viene eso.
Patricia Conde y Carlos Seguí en el aeropuerto de Palma de MallorcaAdemás también ha comentado algunos detalles de la custodia de su hijo. "Ni la guarda y custodia de mi hijo la tiene mi exmarido (a pesar de que la solicitó), ni tampoco rige un sistema de guarda y custodia compartida, como se ha publicado, la tengo yo desde 2014. El padre disfruta de un régimen de visitas y paga una pensión a su hijo que, por cierto, no llega ni para pagar la quinta parte de sus gastos. El importe de la pensión fijada en la sentencia fue el mínimo porque yo no quise solicitar una cuantía mayor", ha declarado muy tajante añadiendo que seguro que alguna repercusión tendrán estas palabras. Pero ella no tiene miedo y lo que más lástima le da es que el perjudicado es el hijo que tienen en común.
