Perseguida por la justicia
No es la primera vez que Patricia Conde está en el ojo del Fisco. En 2017 Conde se sumaba a la lista de morosos por una deuda de 1,3 millones de euros, que aumentó hasta casi 2 millones un año después. A esta deuda se añadieron acusaciones de su exmarido Carlos Seguí por un presunto delito de revelación de secretos. Entonces, la presentadora se defendió en Instagram: "Por supuesto que pago mis impuestos en cantidades astronómicas y desde que era una niña. Y no he dejado de pagarlos ni un solo día".
Conde había recurrido esta multa alegando que ese piso no era su residencia habitual y que "la adquisición de vestuario y gastos de maquillaje y belleza eran totalmente necesarios para la imagen pública". Sin embargo, Hacienda ha considerado estos gastos como no justificados. Conde tampoco contaba con el testimonio de su portero, que al ser llamado a declarar como testigo por la Justicia, aseguró que la casa de La Moraleja "era la residencia habitual" de la celebrity.