La influencer no ha dudado en contar algunos detalles sobre cómo será el nacimiento de su primera hija con Fabio Colloricchio.
Cada vez falta menos para que Violeta Mangriñán se convierta en mamá por primera vez de una niña a la que llamará Gala, su primera hija con Fabio Colloricchio, y durante esta dulce espera ha ido dejando todo a punto, aunque ahora que tan solo faltan unas semanas para verle la carita, quiere tener todo bien atado y no dejar nada a la suerte.
La influencer ha ido contando todos los detalles de su gestación a través de su cuenta de Instagram, enseñando todo o que ha ido comprando para su bebé, ropita, mobiliario, o cómo se ha ido preparando para el nacimiento. También ha enseñado la evolución de su cuerpo, el ejercicio físico que ha realizado y cómo se ha cuidado en estos meses que han sido realmente emocionantes para ella. Ahora ha contestado a las preguntas de algunos seguidores de su cuenta de Instagram cuando se encuentra en la semana 36 de gestación, y ha sido aquí cuando ha revelado cómo y dónde será el parto de su hija. "Gala nacerá en el hospital Montepríncipe de Boadilla del Monte. Con mi ginecóloga, la persona que ha llevado todo mi embarazo, estoy muy feliz con ella y he conocido a la matrona que también estará el día del parto", ha empezado diciendo.
Ha sido después cuando ha revelado el dinero que se gastarán en el nacimiento de su hija, que vendrá al mundo en un centro privado. "Tanto Fabio como yo tenemos seguro privado. Él es de una compañía y yo soy de otra, pero en ninguno de los dos seguros entraba ese servicio, lo hemos tenido que pagar aparte. La habitación especial es más grande, tiene bañera y otras muchas cosas, más el servicio del seguimiento de la matrona un mes antes del parto y su servicio el día del parto, nos cuesta 1.900 y estoy segura de que es la mejor inversión de mi vida. Teniendo la posibilidad de hacerlo, sin duda elijo hacerlo", ha añadido. Una idea que ha descartado
Y otra de las cuestiones que ha tratado es el hecho de comerse la placenta de su hija, algo que se había planteado, pero sobre lo que no tenía mucha información. "Lo primero que me ha dicho mi ginecóloga es que eso de comerse la placenta... ¡Ni de coña! Y lo que dice para mí va a misa. Así que mi madre está de suerte y podrá usarla de abono", ha añadido, así que lo descarta por completo.