El motivo de la intervención habría sido un preocupante bulto que le apareció recientemente: "Tuvieron que extirparme un absceso que era casi del tamaño de una pelota de golf". Un 'absceso' es una acumulación de pus, algo así como un quiste, que puede surgir tanto de manera interna como externa, en un tejido orgánico: "Puede quedarse séptico (sin. 'Podrido') y morir", explicó: "pero no me he muerto".
Además también quiso contar como fue el proceso de la operación, el cual recuerda como "el mayor dolor que he pasado en toda mi vida", a pesar de estar cubierta de tatuajes casi por completo de pies a cabeza. El motivo de tanto dolor habría sido que la joven decidió ser intervenida sin anestesia por lo que estuvo "despierta por completo" durante toda la intervención quirúrgica. Como se podía observar a través del vídeo, la hija de Michael Jackson estaba grabando el vídeo desde la cama donde le aconsejaron que permaneciera para su mejor recuperación: "Siento mucho si sueno rara, estoy tomando muchos medicamentos para superar el dolor".
Caso omiso de la prescripciones médicas
No obstante y pese a los consejos de los médicos, Paris Jackson hizo caso omiso y el pasado domingo 12 de agosto decidió cumplir con sus obligaciones profesionales. La joven también se dedica al mundo de la música y junto a Gabriel Glenn tiene un grupo llamado 'The Soundflowers' con el que actuó en las Canyon Session, una serie de conciertos que se celebran en Los Ángeles para recaudar fondos para la lucha contra el cáncer. Además de hacerlo por una buena causa, esta actuación tenía una espectadora de los más especial, Katherine Jackson, la abuela de la principal protagonista que veía a su nieta sobre el escenario de lo más emocionada.