Esta edición ha estado marcada por los discursos reivindicativos y por el color negro, tonalidad que han vestido casi todos los invitados (ha habido alguna que otra excepción) para denunciar los casos de abusos que tienen en shock a todo Hollywood desde que comenzaran las denuncias con el caso Weinstein.
Paris Hilton ha querido sumarse a esa protesta convirtiéndose en una chica de negro con un increíble vestido con transparencias e incrustaciones en el que lo que más destacaba era el anillo de su mano izquierda. Y es que dado que su vestido le cubría incluso las manos, la multimillonaria decidió ponerse el pedrusco que le ha regalado Chris Zylka por fuera para que los fotógrafos lo pudieran captar perfectamente.
Una petición de matrimonio en la nieve
Una aparición que ha llegado después de unas vacaciones de Navidad que jamás olvidará. Unos días en la nieve de Aspen en los que el actor ha decidido que, tras casi dos años de romance, había llegar el momento de arrodillarse y pedir matrimonio a su chica. Una proposición que no es la primera vez que recibe la multimillonaria, que ya estuvo comprometida con dos parejas anteriores pero nunca se produjo el 'sí quiero'.