El actor tenía claro su último deseo, pero la pandemia no permite que se cumpla de forma inmediata.
Sean Connery falleció el 31 de octubre de 2020 a los 90 años. El actor murió mientras dormía. Estaba acompañado de sus seres queridos en Bahamas, donde residía desde hace tiempo con su esposa, Micheline Roquebrune. Su hijo Jason señaló que su padre no se encontraba bien desde hacía una temporada, mientras que su viuda fue más explícita y habló de una demencia: "Ya no era vida para él", señaló.
Afortunadamente, el que fuera James Bond pudo contar con la compañía de sus seres queridos en sus últimos momentos. Sin embargo, su última voluntad no podrá ser cumplida hasta que termine la pandemia, o al menos hasta que mejore la situación y los viajes sean posibles y seguros.Como señala Scottish Mail, Sean Connery pidió ser incinerado. Sus cenizas debían ser repartidas entre Bahamas, su lugar de residencia y donde fue tan feliz junto a Micheline Roquebrune, y entre Escocia, su país natal. A pesar del tiempo que hace que se fue para no volver, nunca olvidó sus raíces y siempre se sintió orgulloso de ser escocés. No extraña por tanto que haya querido que parte de sus cenizas descansen en Escocia. Allí vive su hermano Neil Connery, donde formó una familia.
"Siempre que sea posible y seguro viajar nuevamente, la familia tiene la intención de regresar a Escocia con él. Nos gustaría organizar un servicio conmemorativo para él en Escocia, esa es nuestra esperanza. Pero no podemos decir exactamente cuándo ocurrirá esto", fueron las palabras en relación a la última voluntad de Sean Connery y cuándo será posible cumplirla. Media vida juntos
"Al menos murió mientras dormía y fue todo muy pacífico. Estuve con él todo el tiempo y simplemente se apagó. Es lo que quería, irse sin hacer ruido", señaló también Micheline Roquebrune, que pasó con Sean Connery sus últimos 45 años de vida y que encontró finalmente la paz en Bahamas. Allí vivieron el final de una vida juntos maravillosa.