Pamela Anderson, que se considera feminista, ha dejado claro que para ella que el feminismo cómo tal está yendo demasiado lejos y el movimiento #MeToo es demasiado: "Soy feminista pero creo que la tercera ola es aburrida y que paraliza a los hombres", aseguró para una entrevista con el programa '60 Minutes'. La modelo de Playboy, conocida por su papel en 'Los Vigilantes de la playa', ha explicado que este movimiento, que ha logrado destapar graves casos de abuso sexual en Hollywood, es demasiado para ella: "Probablemente me matarán por decir esto, pero mi madre me enseño que no debía ir a un hotel con un extraño y que si alguien me recibe con una bata en una reunión de trabajo, debe de ser otra cosa".
La entrevista en el programa australiano que dirige el periodista Liam Bartlett verá la luz el próximo 11 de noviembre de 2018., aunque algunas escenas de la entrevista se pueden ver en la cuenta de Twitter del programa. En ellas también se puede ver a Anderson hablando sobre su relación con Julian Assange, el fundador de 'Wikileaks': "Me siento muy cerca a él. Confía en mí".
Además, Pamela Anderson ha aprovechado la entrevista para pedir al Primer Ainistro australiano, Scott Morrison, que intervenga en el caso de Assange y permita su regreso a Australia. Incluso, en dicha entrevista, la modelo ha confesado que fue contratada para asistir a un cumpleaños del ahora Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cuando era "habitual" que a las conejitas de Playboy les pagaran 500 dólares para asistir a eventos. Desde entonces, Anderson asegura que no ha vuelto a cruzarse con el mandatario estadounidense.
Un símbolo sexual
Pamela Anderson también ha hablado sobre la opinión de la gente que la considera todo un símbolo sexual, a lo que ella afirma que no le molesta. " Todas las mujeres quieren sentirse sexis. Yo nunca me consideré a mí misma hermosa. Siempre pensé que era algo bonita, un poco graciosa. Sería peor no ser un símbolo sexual ", explica entre risas al periodista.