El padre de Paul Walker demandaba este pasado miércoles, 25 de noviembre, a la lujosa marca de coches, Porsche. En su demanda, este señala que el coche deportivo que el actor conducía en el momento de su muerte estaba defectuoso y carecía de las medidas de seguridad necesarias para evitar fatales accidentes. El padre de actor alega que en el caso de que la marca de coches hubiera sido responsable de sus automóviles, la muerte de su hijo, ocurrida en California en el año 2013, se podría haber evitado.
Quien llevó la custodia de la herencia de su hijo interpuso la demanda en la ciudad de Los Ángeles y se concreta en ella que el Porsche Carrera GT, en el que Walker era pasajero, carecía de las medidas de seguridad. Se citan características incluidas en otros documentos de juicios pendientes contra el fabricante de coches, incluyendo fallos en el sistema de control de estabilidad, insuficientes refuerzos laterales de puerta y errores referentes a las líneas de combustible.
Por otro lado, Meadow Walker, hija del actor, también había presentado una demanda contra el gigante del motor. No obstante, en esta ocasión, Porsche se lavaba las manos y no se declaraba responsable del accidente. El representante legal de Meadow Walker, Jeff Milam, reiteró sus acusaciones la hija del actor: "Si Porsche hubiera diseñado el auto para que tuviera las características pertinentes de seguridad, Paul habría sobrevivido y estaría grabando 'Fast & Furious 8'", decía.
Accidente fatal
El actor tenía 40 años cuando fallecía en un descanso de la grabación de la séptima película de 'Fast & Furious'. Siendo pasajero del Carrera GT que conducía su amigo y socio, Roger Rodas, el vehículo en el que ambos iban perdía el control, impactaba con un árbol y se prendía en llamas en el barrio de Valencia, en el estado de California.