La mayor anécdota de la boda de Tamara Falcó e íñigo Onieva fue un incidente que pudo haber acabado en desgracia. Afortunadamente no pasó nada gracias a la rápida intervención de Alejandra Onieva, que cuando vio que una vela había prendido la casulla del Padre José Luis, uno de los oficiantes de la ceremonia, apagó el fuego originado a manotazos.
Una vez pasado el susto, todo volvió a la normalidad y la boda pudo seguir su curso con el sacerdote a salvo y con la hermana del novio, Alejandra Onieva, como heroína al haber actuado tan rápido y tan bien.
No fue para tanto
Dos días después de ese momento, 'El Programa de AR' habló con el Padre Ángel, otro de los oficiantes de una ceremonia que fue realizada también por Miguel Cruz. El sacerdote, muy acostumbrado a tratar con la prensa, no dudó en hablar sobre ese incidente ocurrido en plena boda de los Marqueses de Griñón, aunque quitándole importancia.
"Como había que tener algún incidente y no había pasado nada... Había unas velas en el suelo y uno de los sacerdotes, José Luis, se arrimó demasiado a las velas. Si no es por la hermana de Íñigo, que dijo: 'No se arrime tanto, que se va a quemar'", detalló el Padre Ángel.
Sin embargo, el Padre José Luis no se dio cuenta de las advertencias de la actriz y la vela prendió en su casulla. "No ha pasado nada, se chamuscó un poco el alba que tenía, pero yo creo que ni se había dado cuenta él del fuego. Pero bueno, fue un incidente jocoso y curioso. No eran las llamas del infierno, eran llamas bonitas", finalizó el Padre Ángel.