El caso es que cuando el líder de Podemos fue interpelado por uno de los presentes para conocer si seguía manteniendo sus ideas políticas sobre Venezuela, este admitió "no compartir" algunas de las afirmaciones hechas en el pasado y rompió con su tradicional discurso al sentenciar: "Creo que la situación política y económica de Venezuela es nefasta".
Para justificarse, Iglesias reconoció creer que "rectificar en política está bien". Y ya puestos a entonar el 'mea culpa', pidió disculpas a una persona a la que no mencionaba de manera directa: "Siento muchísima vergüenza, aunque fuese en un Telegram privado, de haber hecho una broma machista imperdonable"
El asunto ya está en los juzgados
La persona en cuestión es la presentadora Mariló Montero, a quien el político se refirió en julio de 2016 diciendo que "la azotaría hasta que sangrase". Su frase levantó un gran revuelo en su día y de hecho la navarra llegó a presentar una denuncia ante el Instituto de la Mujer. ¿Aceptará ahora la rectificación de Pablo Iglesias?