"Hola familia, hola a todos. Como sabéis el mundo nos está dejando algunas noticias agridulces últimamente. Todos nos sentimos extraños, nos replanteamos la vida, el trabajo, lo que nos hace feliz y lo que no. Creo que en muchas ocasiones nos hemos olvidado del amor que nos une, ese que nos hace más fuertes y mejores y hoy desde ese amor me gustaría contaros algo muy personal. Siempre he luchado en contra de toda expresión que vaya en contra de cualquier libertad o igualdad, desde el racismo, la xenofobia, la transfobia, cualquier tipo de odio y hoy quiero que mi grito se haga un poco más fuerte y tenga más valor y peso", decía de forma clara.
Tras esas palabras, ha llegado la gran confesión: "Estoy aquí para contaros que soy homosexual, que no pasa nada, que la vida sigue igual, yo necesito ser un poquito más feliz de lo que ya era. Mucha gente lo supone, lo sabe o simplemente le da igual. En mi casa, en mi familia, he sentido siempre la libertad de poder amar a quien he querido, de dedicarme a lo que he querido. Me he sentido arropado a la hora de cumplir cada uno de mis sueños. En mi trabajo, en mi compañía de discos, entre mis amigos, jamás me he sentido discriminado, nunca sentí que decepcionaba a nadie por ser yo. Desgraciadamente hay mucha gente que no lo vive así".
Una vida plena y feliz
Pablo Alborán ha querido contar esto pero asegurando que su vida pública va a seguir centrada en su música: "Quiero ser coherente, consecuente y lo más responsable conmigo mismo. Seguiré centrando mi vida en la música, intentaré hacer el trabajo como mejor sé, con un respeto absoluto. Quiero daros las gracias por el cariño que me dais. A vivir que la vida se va", concluía emocionado. Sin duda, un mensaje de lo más esperado por todos sus fans.