La nadadora ha aclarado a LOC el motivo real por el que ha decidido alejarse de las piscinas de la alta competición, diciendo: "Dos familiares muy cercanos tienen una enfermedad delicada y eso me ha hecho aclarar mis prioridades para centrarme en lo que de verdad importa. Llevo toda la vida poniendo el deporte por encima de las personas y, por primera vez, sentía de corazón que tenía que priorizar a mi familia. Eso es incompatible con un año olímpico, que es lo más maravilloso para un deportista, pero exige estar permanentemente viajando y entrenando. Aunque ha sido una decisión muy difícil, sentí que si no lo dejaba me iba a arrepentir de no estar donde tenía que estar. Mi corazón y mi cabeza no estaban en la piscina".
Durante todo el tiempo que se ha dedicado por completo a la natación sincronizada se ha alejado de su familia y no ha ido a los eventos más importantes para ellos, como ha aclarado: "Mi familia siempre ha estado para mí y yo nunca he estado allí para ella. En cualquier ámbito, ser el mejor del mundo significa renunciar a todo. Es así. Yo entreno 60 horas a la semana sin vacaciones. No he ido a ninguna boda, a ningún bautizo, no he podido estar ahí en momentos muy importantes para ellos... Y en una situación tan delicada como la actual, te das cuenta de que lo que más importa en esta vida es la gente que quieres y yo les he faltado. Ahora voy a estar. Para mi familia y para mi pareja, que llevo once años con él y no hemos podido tener una vida de pareja normal ni un minuto".
En un primer momento se dijo que su retirada era para poder ser madre, y aunque no es su motivación principal, sí que es una de ellas, por lo que ha dicho: "No el más importante, pero sí es algo que está ahí. Quiero formar una familia y en los últimos dos años hemos empezado a pensarlo más, a hablar de cómo lo iba a conciliar con la sincronizada, porque mi cuerpo es mi herramienta de trabajo... La maternidad no es compatible con mi estilo de vida en activo. Así que, aunque no va a ser algo inmediato, sí lo he tenido en cuenta al tomar la decisión".
Puede que este parón marque un antes y un después, sin embargo, tiene claro que quiere volver a competir y tiene referencias deportivas que le sirven como motivación, diciendo: "Tengo clarísimo que voy a volver. Y veo ejemplos como Serena Williams, mi contrincante rusa Svetlana Romashina o la atleta Fraser-Pryce, que tuvieron un hijo y volvieron imparables para seguir ganando. Ese es mi plan".
Quiere formar su propia familia
Retirarse ha traído consigo muchas inseguridades, porque como ella misma ha dicho, nunca se está preparado, ya sea por una retirada forzada por lesión o por la misma jubilación. Aunque lo suyo será temporal, está siendo complicado y tiene algunos miedos, por eso ha comentado: "Me asusta el vacío. Me impone muchísimo. Los deportistas tenemos una adrenalina muy especial, te juegas meses de trabajo en tres minutos, lo que dura una final olímpica. Y lo haces en equipo, todas juntas por un objetivo común. Dejar de competir y enfrentarte a la vida sola te genera un vacío que es lo más duro de sobrellevar. Por eso llevo años trabajando con psicólogos para ser capaz de asimilar ese cambio; asumir que no voy a vivir de lo que ha sido Ona hasta ahora, sino de lo que seré luego".