Apenas unos días después de celebrar sus 10 años al frente de Balmain con un multitudinario y espectacular desfile durante la Semana de la Moda de París, Olivier Rousteing ha aprovechado la calma después de toda la tormenta que supone presentar una colección para contar un secreto que llevaba ocultando exactamente un año, cuando sufrió un grave accidente al explotar una chimenea en su casa en de París. "Finalmente me siento preparado para compartir esto", comenzaba escribiendo junto a una fotografía suya vendado desde la cabeza al ombligo dejando al descubierto simplemente su rostro y con evidentes cicatrices.
"Hace exactamente un año la chimenea interior de mi casa explotó. Me desperté al día siguiente en el Hospital Saint Louis de París", recuerda de aquel impactante momento. El diseñador confiesa haber puesto el máximo empeño en ocultar lo que le había ocurrido al mundo por el único motivo de los daños físicos que había sufrido en gran parte de su cuerpo y, especialmente, su rostro: "Para ser sinceros, no estoy seguro de porqué estaba tan avergonzado, quizá por esa obsesión con la perfección que por la que el mundo de la moda es conocida y por mis inseguridades ".
El francés confiesa que encontró en su trabajo el mejor refugio y que nunca dejó de diseñar a pesar de las dificultades: "Traté de mantener al mundo soñando con mis colecciones". Uno sueños en forma de ropa que, al mismo tiempo, ocultaba sus peores pesadillas: "Al mismo tiempo yo ocultaba las cicatrices con la mascarilla facial, prendas de cuello alto, guantes largos e incluso muchos anillos en todos mis dedos en diferentes entrevistas y sesiones de fotos ", confiesa.
"No estoy seguro de porqué estaba tan avergonzado"
Una forma de vivir oculto de cara a la galería que le enseñó también una importante lección sobre las redes sociales: " Muestras lo que solamente quieres mostrar ", reconoce y demuestra habiendo mantenido algo de tal gravedad oculto al mundo mientras es una de las personas más fotografiadas y buscadas de la industria de la moda. "Nos permite crear nuestra propia historia, permitiéndonos ocultar aquello que no queremos que se vea. Este es nuestro nuevo mundo".
Ahora, tras un año y habiéndose recuperado completamente, Rousteing no puede sentirse más agradecido por la vida: " Mi último show fue una celebración de la curación por encima del dolor ", decía ahora descubriendo así una nueva interpretación y mensaje desconocido en su última colección. "Me siento libre, muy bien y muy afortunado. Empiezo un nuevo capítulo de mi vida con una sonrisa en mi cara y el corazón lleno de gratitud".