Los divorcios raramente son algo fácil, pero de acuerdo con Olivia Wilde, el poner fin a sus ocho años de matrimonio fue para ella algo extremadamente liberador: el momento en el que aprendió a aceptarse a sí misma. "Me divorcié y sentí como si por fin hubiese comenzado mi carrera", explica la actriz en el número de septiembre de la edición americana de la revista Elle. Y es que Wilde tan solo tenía 19 años cuando se casó con Tao Ruspoli, con quien rompió a los 27.
Ahora, a sus 31 años, Wilde explicó cómo se siente en la etapa de los 30 tras haber pasado casi toda la década anterior con el el director de cine italiano. "Creo que pasas de vivir para tus padres a hacerlo para tus compañeros, quizá vulves a tus padres, quizá a tu empleador. Pasas por todos esos estadios viviendo para los demás y creo que a los 30 dices: 'Es mi vida y voy a vivir para mi'".
Emocionada ante los cambios que le depare el futuro
Con una exitosa carrera cinematográfica a sus espaldas, un compañero sentimental y un hijo de un año, Olivia Wilde está segura de que ha alcanzado la mayoría de las metas de su vida y confiesa estar "emocionada" ante los cambios que le lleguen con el paso del tiempo.
"Creo que la sabiduría te permite tener una vida más plena y, como actriz, pienso que es genial cuando no eres demasiado mayor para hacer el tonto", dice Wilde que, mientras que muchas mujeres temen la llegada de los 40, a ella no le preocupa en absoluto.
"Me parece que la mayoría de las mujeres que realmente admiro, tanto las que conozco personalmente como las que admiro en la distancia, están en sus cuarenta y tantos. Así que mis treinta parecen una gran oportunidad para desarrollar la experiencia y la sabiduría que me permitirá tener una década aún mejor en mis cuarenta", concluye la optimista actriz sobre el futuro.