Olivia Newton-John, la cantante australiana y célebre actriz de 'Grease', ha hecho público los efectos que le ha producido volver a padecer cáncer. Es la tercera vez que hace frente a esta enfermedad, cuando en 1992 tuvo que pasar por una doble mastectomía y posteriormente, en 2013 identificó un pequeño tumor en su hombro. Esta vez, fue en 2017 cuando anunció en el programa de 'Sunday Night' que los doctores habían encontrado un nuevo tumor en la zona baja de su columna.
Aunque los rumores sobre su recuperación han sido muy dispares, llegando incluso a difundir que Newton-John estaba al borde de la muerte lo que ha tenido que desmentir en su Instagram, la realidad es que está mejorando. Su tratamiento se ha basado en llevar una dieta saludable, someterse a radioterapia e incluir el uso de aceite de cannabis para paliar los dolores. Esto último es algo que Olivia agradece, ya que se considera una afortunada por poder vivir en un estado en el que el consumo de marihuana con fines medicinales es legal: "Tengo mucha suerte, vivo en un estado en el que es legal y tengo un marido que es un curandero."
La parte más dura de su recuperación
Lo último que se conoce de su situación es lo que ha comentado en exclusiva en 'ET', donde señala que ha escondido mucha información sobre lo que ha tenido que pasar después de ser intervenida. La cantante explica que tuvo que ocultar su identidad con accesorios que taparan su rostro mientras se recuperaba en el Centro de Bienestar e Investigación Olivia Newton-John. Declara que incluso tuvo que aprender a andar de nuevo: "Estaba usando un andador, así que llevaba un gorro, gafas y máscaras para que nadie supiera quién era yo".
Es una etapa muy dura que siempre ha afrontado con positividad, lo que asegura que es vital para superarlo con éxito: "Realmente no sabemos cuánto dura nuestra vida, por lo que cada día es un regalo para mí y estoy muy agradecida. Todavía tengo mucho que hacer y estoy disfrutando de mi vida".