La ciudad del amor y de las pedidas de mano por excelencia, París, lugar escogido para vivir uno de los momentos más especiales. Nuria Fergó y Juan Pablo Lauro se han comprometido en una bonita pedida de mano que ha tenido lugar en París, la preciosa ciudad en la que todos los sueños parecen hacerse realidad. La cantante está viviendo uno de los mejores momentos de su vida y así lo ha hecho saber.
La propia Nuria Fergó ha sido la que ha compartido la fotografía del momento en el que le dijo a Juan Pablo Lauro 'sí, quiero', sin dudar y muy feliz por esta nueva etapa de su vida en la que el amor lo es todo. La artista compartió primero un bonito vídeo en el que se ven todos los momentos que han vivido en la ciudad del amor, fotos en los lugares más emblemáticos y muchos besos y sonrisas.
Nuria Fergó y Juan Pablo en París | InstagramSin embargo, Nuria Fergó se había guardado el secreto más bonito de este viaje: la próxima boda. Juan Pablo Lauro le ha pedido matrimonio y ella ha compartido la fotografía en la que se ven sus manos entrelazadas con el anillo de pedida y la Torre Eiffel de fondo. Además, la artista ha escrito: " En la cima de la Torre Eiffel, con el río Sena de testigo. Sí, quiero. Solo tú podías hacerlo así. Mi primer viaje a París superó mis expectativas. Forever París. Para siempre contigo. Te amo", decía feliz.
Una bonita relación
La relación de Nuria Fergó y Juan Pablo Lauro surgió de una manera totalmente inesperada y fue la propia cantante la que quiso anunciar lo enamorados que estaban compartiendo unas fotografías en el verano de 2022. La noticia fue todavía más sorprendente porque Juan Pablo era el exmarido de otro rostro muy conocido, Irene Villa, con la que terminó su matrimonio en el año 2018.
La pedida de mano | InstagramAdemás, Nuria Fergó e Irene Villa se encontraron en un evento demostrando que la relación es buena pese a este cambio en sus vidas. No cabe duda de que ahora la vida le sonríe a la cantante, que está a punto de pasar por el altar con el que parece ser el amor de su vida y qué mejor que una pedida de mano en París después de un romántico viaje.
