Otro informe concluye que Ortega Cano no iba bebido la noche del accidente porque reaccionó cuando fue consciente de que invadía el otro carril.
Nuevos datos en torno al grave accidente que sufrió José Ortega Cano la noche del sábado 28 de mayo que le costó la vida a Carlos Parra. Dos nuevos informes, presentados en exclusiva en 'El Programa de Ana Rosa', señalan ciertos datos muy importante para la defensa del diestro y que podrían dar un vuelco a toda la investigación realizada hasta el momento.
Según un estudio llevado a cabo por ingenieros industriales de la Universidad de Zaragoza, y encargado por Ortega Cano, el extorero conducía aquella trágica noche a una velocidad comprendida entre los 79 y los 96 kilómetros por hora, echando por tierra así el informe de la Guardia Civil, que señaló una velocidad de 123 km/h. Dicho informe, elaborado empleando unas complejas fórmulas matemáticas, también indica la posibilidad de que la investigación de la Guardia Civil fuera errónea porque no utilizaron un modelo de coche como el de Ortega Cano para la reconstrucción de los hechos.
Un segundo informe concluye que no iba bebido
Por su parte, un segundo informa -elaborado por un perito- también contradice otro de los puntos 'calientes' de la investigación, la posibilidad de que el diestro hubiera cogido el coche bebido.
Según esta investigación, las marcas dejadas por el vehículo de Ortega Cano en la carretera A-8002 que une Sevilla con Castilblanco de los Arroyos indican que el extorero fue consciente de que invadía el carril contrario y reaccionó rápidamente para tratar de volver a su carril, pero fue demasiado tarde; si hubiera sido un segundo antea podría haberse evitado la colisión, concluye el estudio. Pro ello, estas conclusiones también les llevan a asegurar que, de ser verdad que José Ortega Cano conducía con un nivel de alcohol de 1,26 gramos de alcohol por litro de sangre (estando el máximo permitido en 0,50), hubiera sido imposible que reaccionara tan rápido como lo hizo.