Galería: La vida de María Pombo en imágenes
María Pombo se enfrenta a una nueva polémica por uno de sus negocios ajenos a las redes sociales. La influencer lleva años organizando un festival, y en esta ocasión ha comenzado a vender entradas del próximo que celebrará cuando aún la ubicación no está confirmada de manera oficial. El lugar que había buscado para celebrarlo es un palacete del siglo XVIII situado en la localidad madrileña de Boadilla del Monte y considerado patrimonio cultural.
En este lugar pretende reunir a unas 7.500 personas, pero al parecer de momento no tiene la documentación en regla, porque no ha obtenido los permisos pertinentes. El programa 'Socialité' se ha puesto en contacto con el ayuntamiento de Boadilla del Monte para saber si las cosas están bien hechas, y así se ha corroborado que no. La promotora del evento se ha puesto en contacto con el espacio para asegurar que el emplazamiento no es oficial y que el lugar de celebración no está cerrado por completo.
El proyecto del evento llegó al ayuntamiento de la localidad madrileña unos días atrás, así como un plan de viabilidad. La influencer había compartido ubicación y vendido entradas antes incluso de ponerse en contacto con el ayuntamiento de Boadilla del Monte, l o que no está nada bien visto.
"Tan solo se ha pedido autorización por parte de los promotores. Aún falta por presentar la documentación que hemos requerido. Trabajaremos al máximo para hacer viable el proyecto, pero siempre respetando el interés de nuestros vecinos y el de la mejor preservación de nuestra joya del neoclásico", ha aportado desde el ayuntamiento, añadieno poco después: " Este lugar ha acogido diferentes ediciones del Mercado del Palacio, la Feria del Vino... El último gran evento fue organizado por el programa 'Más que coches' que atrajo a más de 20.000 personas".
Polémica tras polémica
Este nuevo escándalo se suma a otro que protagonizó hace pocos días, puesto que enseñó un nuevo modelo de la nueva colección de su marca y resulta que es una réplica exacta de otra firma, por lo que rápidamente la influencer fue acusada de plagio y eliminó la prenda e la web oficial para escapar de la polémica y no ser denunciada.