La actriz acusa a su exmarido de bloquearle la venta de esta propiedad. A pesar de que ellos están divorciados de facto desde 2019 (empezaron los trámites de su separación en 2016), la posesión de sus bienes no están definidas. Es por ello, que técnicamente y tal como el la ley expresa, los diversos bienes que han pertenecido a la familia no se pueden vender si no hay consentimiento por ambas partes. En este contexto, el pasado 30 de junio de 2021 los abogados le pidieron al juez que anulara esta orden: "Anulación temporal de la orden que evita que una de las partes pueda tomar decisiones financieras sobre sus propiedades". Esta petición de quitar la ATRO (nombre de la ley en Estados Unidos) fue denegada por el juez al asegurar que ni el castillo ni sus viñedos corrían peligro alguno ni que iban a sufrir daños.
Los rumores apuntan a que ella ya ha encontrado un comprador y se quiere deshacer de aquello que le recuerde a su antigua pareja, además afirma que la construcción es suya pues la había adquirido antes de casarse con Brad Pitt. Este enfrentamiento se suma a los muchos que ya tienen abiertos desde que se separaron. Por ejemplo, todavía queda pendiente la custodia de sus seis hijos.
Un castillo de ensueño
La expareja ha pasado grandes momentos en esta residencia, pues fue precisamente aquí cuando se casaron en 2014. Igualmente, la han usado como forma de alejarse, junto a sus hijos, del mediático ruido de Hollywood. Pero a partir de su divorcio, esta propiedad solo ha sido motivos de disgustos y enfados para Angelina Jolie. Uno de ellos está motivado por su ex, cuando en el 2020 llevó a su entonces pareja Nicole Poturalski a este castillo.