Pese que a que fue en 2017 cuando Salvador Sobral, ganador de Eurovisión, fue trasplantado de corazón, aún se está adaptando a él. El artista portugués ha concedido una entrevista a 'La Marató', de TV3, cuya programación ha estado dedicada a las enfermedades cardiovasculares. Fue cinco años antes de alzarse con la victoria del festival cuando le detectaron que tenía el ventrículo derecho dilatado, una patología con la que hubiera podido vivir si no se le hubiera dilatado también el lado izquierdo.
Fue en ese momento cuando entró a la lista de espera de trasplantes y tuvo que esperar a que le llegara el momento. Es más, con él hicieron una excepción porque los pacientes que esperan un trasplante no pueden salir de su país, al menos en Portugal, mientras esperan para recibir la llamada, pero él pudo salir para concursar en el festival de la canción en Ucrania y regresar con el premio.
El cantante fue operado en diciembre de 2017 y ya lleva cinco años con muchísima más salud, aunque no todo ha sido como esperaba, porque a nivel emocional se siente diferente, y ha asegurado que sus emociones y su corazón aún no han 'conectado'. En dicha entrevista ha contado: " Es muy curioso porque, con este corazón, todavía me cuesta sentir cuando estoy nervioso o vivo una situación que hace que el corazón se me acelere, como cuando estoy a punto de hacer el amor. Mi corazón todavía no está conectado del todo con mi sistema nervioso y siempre late normal ".
"El nuevo corazón no responde igual a las hormonas"
Sobral cree que su nuevo corazón necesita tiempo para conectar con su sistema nervioso, pero el cirujano Fernando Molina, que ha hablado con Yasss, ha asegurado que no será así: " Cuando las emociones o las preocupaciones provocan taquicardias, lo hacen por vía hormonal, no por electricidad. Si una persona tiene un disgusto, segrega unas hormonas a las que el corazón es más o menos sensible, y el nuevo corazón de Salvador es menos sensible a esa segregación. Y lo será siempre".
Así que lo cierto es que la vida del cantante ha cambiado por completo en ese sentido, pese a que evidentemente ha mejora y ahora puede disfrutar de la misma gracias a dicho trasplante. " No es cuestión de tiempo. Salvador tiene que aprender a vivir con una nueva sensación", ha contado el doctor Molina.