Noemí Merino daba a luz a su hija Irina después de pasar un duro embarazo cuyo desarrollo se vio complicado debido a los problemas de asma que padecía. Esto la provocó tener que ingresar en el hospital e incluso plantearse las ganas de ser madre. Finalmente todo sucedió con normalidad y pudo tener a su bebé del que está totalmente orgullosa.
El conflicto al que se ha tenido que enfrentar la exconsursante de 'GH' ha sido el que ha surgido a raíz de una imagen que publicaba en su cuenta personal de Instagram. En ella se veía a la canaria después de dar a la luz junto a su pareja y el carrito de bebé disfrutando de una noche en su compañía.
Un acontecimiento tan normal como es el cambio físico que sufre una mujer embarazada ha sido el motivo por el que Noemí Merino ha tenido que aguantar los comentarios despectivos sobre su aspecto. En la fotografía se ve claramente que su figura aún sigue cambiada debido a las consecuencias del embarazo, pero como han defendido muchos seguidores de la influencer: "El útero ha tardado 9 meses en llegar a eso y puede tardar otro tanto o incluso más en volver a su sitio", se podía leer en la fila de comentarios.
En el punto de mira
La realidad es que cualquier movimiento que hace Noemí Merino en sus redes sociales es objetivo de debate. También se comentó el motivo por el que no enseñaba el rostro de su hija, que muchos han visto como una estrategia para dar la exclusiva en un programa de televisión y conseguir dinero con ello. Sin embargo, en este asunto la vuelven a defender sus más fieles seguidores diciendo que es algo normal y aconsejable que no enseñe el rostro de un niño en las redes.