Una vez más, vuelven a sonar campanas de boda en Hollywood, y sus protagonistas no podían ser otros que los mismísimos Ian Somerhalder y Nikki Reed. Un compromiso que salía a la luz hace unos días y que tomaba parte del protagonismo en la fiesta InStyle posterior a los Globos de Oro. Allí, la actriz de 'Crepúsculo' dejó ver a la perfección el anillo de compromiso que ponía fin a una serie de innumerables rumores.
De esta manera, recién divorciada de su exmarido Paul McDonald, Reed dice adiós definitivamente a un pasado de cuatro años junto al cantante estadounidense para recibir, con los brazos bien abiertos, a una nueva y próspera etapa amorosa en su vida. Una noticia que, al parecer no ha sentado nada bien a Nina Dobrev, ex del actor de ' Crónicas Vampíricas '. Aún así, la pareja no deja ni un minuto de mostrar su felicidad tanto en público como a través de las redes sociales.
Y ha sido a través de sus perfiles oficiales cómo hemos podido conocer la nueva sorpresa que le ha preparado Nikki Reed a su ya prometido Ian Somerhalder. Una tarta con fresas, dos velas y un fondo protagonizado por la que será una de las aventuras más maravillosas para Somerhalder han sido los ingredientes escogidos para una idea perfecta. " Buena suerte, te quiero ", escribía la joven actriz de 26 años sobre su creación culinaria. Un postre que llega como mensaje de ánimo en el debut de su futuro marido como director de uno de los capítulos de 'Crónicas Vampíricas'.
Ian Somerhalder frente al capítulo 616 de 'Crónicas Vampíricas'
Una nueva andadura que terminará de formarle como un gran profesional. Será el capítulo decimosexto de la sexta temporada el que Somerhalder tenga que dirigir. Una ejercicio nuevo para el estadounidense del que, meses antes, quiso también informar a través de sus perfiles sociales.
De esta forma, también será la primera vez que Nina Dobrev, su expareja y actriz en la serie, tenga que acatar las órdenes de la que fue, en su momento, una de las personas más importantes de su vida. Algo de lo que, al parecer, Reed quiere mantenerse al margen, evitando su presencia en pleno rodaje para eludir así una posible tensión en el ambiente.