Tras meses sin ver a Joel Madden, Nicole Richie ha viajado en compañía de este, sus hijos y unos amigos a la italiana ciudad costera de Portofino. Durante estos días de vacaciones la diseñadora no se ha quitado el bikini en ningún momento, ya sea para dar un paseo a pie o en barco.
Es gran aficionada a las redes sociales y así lo demuestran las múltiples imágenes que la celebrity ha publicado en su Instagram. En ellas demuestra que está teniendo tiempo para disfrutar de todo: de ella misma, de sus hijos y de su amor.
Richie aprovechó su viaje en yate para contemplar el paisaje con su hija Harrow (y ya de paso lucir tatuaje) y trabajar su bronceado. El mar es uno de los destinos favoritos de esta para sus vacaciones familiares, pues es el lugar perfecto para divertirse como una niña con sus hijos y tomarse un respiro de su profesión.
Madre responsable
La diseñadora y actriz ha cambiado mucho desde sus días de desfase y locuras con Paris Hilton. Durante el programa que compartía con la heredera, 'The Simple Life', saltaron las alarmas sobre su posible anorexia. Y es que Nicole Richie estaba muy escuálida, tanto, que tuvo que ponerse en manos de un nutricionista y someterse a tratamiento.
Conocer a Joel Madden, cantante de Good Charlotte, supuso un punto de inflexión en su vida. Con él comenzó a ganar peso y a mejorar su salud, lo cual queda demostrado en sus vacaciones por Portofino. Por su parte, el comportamiento de Paris Hilton continúa siendo alocado pero la heredera se ha moderado y ahora dedica su tiempo a viajar y organizar alguna que otra fiesta.