Para ella ha sido un regreso a la televisión en toda regla, pero lo ha hecho a lo grande. Aterrizar en la miniserie 'Big Little Lies' ha ayudado a Nicole Kidman a conseguir un premio Emmy, el primero para la actriz australiana.
Ella se ha convertido en la mejor actriz dramática tras dar vida a una mujer maltratada. Su papel le ha ayudado a mostrar a otras personas cómo es ser una mujer maltratada ante los ojos de los demás, y cómo vivir en una sociedad de tabú te cierra barreras. Secretos, mentiras... todo ello ha propiciado que Kidman dejara a más de uno con la boca abierta después de su magnífica actuación.
'Luchando' por el mismo premio con su compañera de reparto y amiga Reese Whiterspoon, la intérprete se ha hecho con la victoria pero le ha recordado en todo momento que el premio no es solo de ella, sino que es de las dos. Además, ha querido hablar de un tema tan grave como es la violencia de género y sobre todo ha lanzado un mensaje muy poderoso a todas aquellas personas que sufren violencia en sus hogares.
Skarsgård, al margen
Entre tanto, Nicole Kidman ha dicho: "La existe con más frecuencia de lo que pensamos, la gente lo vive en secreto. Está lleno de vergüenza y discreción, pero al concederme este premio lo ha dado más visibilidad". Este tema se había echado en falta minutos antes en el discurso de Alexander Skarsgård quien da vida al personaje maltratador, que ha preferido mantenerse al margen.