Aunque todavía la ruptura no se materializado en divorcio, el exmarido de Mariah Carey, Nick Cannon parece pasar página más rápido de lo esperado. Pocas semanas después de un rumoreado desenlace, el cantante ha celebrado su 34 cumpleaños en una alocada y desenfrenada fiesta privada en una discoteca de Las Vegas.
En la fiesta no faltó alcohol, una tarta personalizada y sobre todo, muchas chicas ligeritas de ropa, un dato que no ha pasado desapercibido en las redes sociales ya que muchos de los seguidores de Mariah Carey piensan que es una conducta es un tanto intencionada.
Quizá por un claro desapego a un matrimonio de seis años o simplemente diversión, el cantante se muestra ante las cámaras con total naturalidad, lo contrario que Mariah que incluso ha criticado a Nick en uno de los últimos conciertos: "Sé que has mentido", declaró.
Un distanciamiento progresivo
La rubia de las curvas de vértigo sigue centrada en su trabajo y no parece llevar con la misma facilidad esta ruptura. Ahora mismo se encuentra en China preparando su próximo concierto en Shangai, una gira lejos de su familia y alejada de la polemica, un trago que no sabemos hasta que punto le está beneficiando.
En los próximos meses la pareja vivirá desencuentros y disputas ya que comparte un basto patrimonio en común: cuatro lujosas casas en Nueva York, Los Ángeles, Aspen, y Windermere Island en las Bahamas, o un Lamborghini de 400.000 dólares.