Natalia Sánchez siempre ha hablado con mucha naturalidad sobre su maternidad y en esta ocasión no iba a ser diferente. Con motivo del cuarto cumpleaños de su hijo Neo, la actriz ha compartido una reflexión en sus redes sociales, hablando de cómo a veces las cosas no salen como una planea, y no pasa nada. Pese a que tenía en mente celebrar un cumpleaños muy especial a su hijo, todo salió al contrario de lo esperado por la carga de trabajo que se le vino encima.
A última hora, a Natalia Sánchez le pasaron el guion para la serie en la que trabaja, 'Sueños de Libertad' y tuvo que aprenderse 100 páginas en poco, así que no pudo dedicar tanto tiempo como le hubiese gustado a preparar esta celebración. Sus palabras comenzaban así: "Tenía muchos planes para su cumple pero, una vez más, la maternidad es un equilibrio entre mis expectativas (generalmente más altas que la Torre Eiffel) y la realidad...".
A continuación, ha contado lo que tenía en mente y que finalmente no se ha cumplido: "El plan era el siguiente: La familia llegaría a casa sobre la 1pm, haríamos una barbacoa riquísima y soplaría las velas en una tarta que quería hacer en familia por la mañana, de chocolate, sin azúcar y decorada con las figuritas de su cuento favorito, hechas a mano por nosotr@s(Lo sé, la estampa parecía sacada de "Heidi"¡no tengo remedio!) Pero la maternidad, como la vida misma, no siempre es como una imagina(de hecho, no lo es casi nunca) y la realidad es que la semana que viene será una de las más intensas desde que empezamos a grabar y tenía 100 páginas de texto para estudiar así que, obviamente hemos tenido que adaptar el plan".
Quien al final ha tomado las riendas ha sido su marido, como ella misma ha contado: "Marc se ha encargado al 200% de los peques y yo, a las 5am, estaba estudiando como cada día. He mandado un mensaje al chat familiar con un: ' Abortamos plan de barbacoa, no llego. Quedamos en a las 17h para café y tarta".
Poco antes de que sus invitados llegaran a casa, se ha escapado a su supermercado para hacer una compra rápida para que su hijo pudiera soplar las velas: "15 min antes de que llegaran tod@s, he dejado los guiones, he corrido al súper más cercano, he comprando pica pica para los 12 que éramos y la tarta más industrial del planeta(de camino a casa he calculado que debía tener unos 300g de azúcar refinado por mordisco, colorantes artificiales derivados del mismísimo petróleo y harina refinada de cereales radiactivos con 3 ojos o algo peor...) Pero es que, para más INRI, la tarta no era, como podéis ver, de su cuento, si no de La Patrulla, unos dibujos monísimos, que yo pensaba que Neo conocía por algún amiguito y hace poco descubrí que le encantan porque los abuelos le ponen la serie de "estrajis" de vez en cuando...(El tema "vídeos/chuches/abuelos" es otra batalla perdida que mejor dejamos para otro día )"
Relativizando todo
Su reflexión final es que hay que adaptarse a lo que venga y que a veces todo sale mejor de lo que creíamos: "En resumen. La vida siempre me enseña que hay que RELATIVIZAR, reírse de una misma y DISFRUTAR de esta preciosa constante de la crianza/maternidad, donde nada sale, nunca, como esperas y aún así, es maravillosa porque LO QUE DE VERDAD IMPORTA SON OTRAS COSAS... Neo ha sido feliz solo por estar junt@s y yo doy gracias por cada segundo".
