Nacho Taboada ha vivido un momento 'Tierra, trágame' cuando estaba conduciendo el coche de Sara Carbonero. El cantante estaba teniendo dificultades para salir con el coche de su chica de la casa de Isabel Jiménez, con tan mala pata que acabó chocándolo con uno de los lados del portón por el que tenía que salir. Quizás los nervios del momento se apoderaron de él, puesto que estaba siendo observado por la prensa cuando aquello ocurrió.
Más allá de la presión del momento, ya era de noche, por lo que eso podría haber reducido su visibilidad. Sea como fuere, con dicha maniobra no ha conseguido esquivar el portón de manera ahora, dejando unas marcas en el guardabarros traseros del 4x4 de la presentadora. Pese a todo, no ha habido mayores consecuencias, y es que está claro que Taboada no se ha separado ni un instante de su chica.
El cantante se ha convertido en un muy buen apoyo para ella en estos momentos, tras recibir el alta hospitalaria después de haber sido operada de urgencia. Fue gracias a una revisión rutinaria donde los medios vieron que algo no iba bien, por eso no se lo pensaron dos veces y tuvo que ser metida en el quirófano. Mientras fuera esperaron impacientes su familia, sus amigos y también su chico.
En estos momentos complicados ha contado con el apoyo de su madre, Goyi, así como con el de su hermana Irene, quien ha estado al cuidado de sus dos hijos Martín y Lucas mientras su padre, Iker Casillas, se encontraba en Qatar debido a sus compromisos profesionales. Isabel Jiménez, a la que habían visitado cuando el coche fue golpeado, también ha estado muy pendiente de su amiga, y fue una de las personas que al visitaron en el hospital.
Muy agradecida y optimista
A su ve, Taboada sigue siendo muy escurridizo con la prensa, manteniéndose al margen de todo y sin aportar muchos detalles sobre la salud de su pareja, con la que lleva una discreta relación desde hace unos meses. Ella mientras se recupera con una sonrisa, siempre optimista, por eso escribió en su redes sociales: " La felicidad no me cabía en el pecho por el mero hecho de sentir de nuevo el aire en la cara y poder respirar y disfrutar de otro atardecer más. Estoy muy bien. Muchísimas gracias a todas y todos los que os habéis preocupado".