Después de 16 años tratando de crear un espacio dedicado a Rocío Jurado, el museo de la artista ha abierto sus puertas.
A pesar de que la gran inauguración del Museo de Rocío Jurado se celebró el 2 de julio de 2022, el centro no ha abierto sus puertas al público hasta el 7 de julio, cinco días después de la mediática apertura. Parece que, solo con unas horas de apertura, el museo ya estaba teniendo una gran acogida y es que han sido varios los que han ido a Chipiona a ver el interior del espacio dedicado a la intérprete.
Según ha informado la revista Semana, uno de los trabajadores del museo les ha transmitido la gran afluencia y adquisición de las entradas: "Han venido desde muchos puntos de España, también vecinos de la zona que no quieren perder detalle. Es muy emocionante". Unos visitantes, en su mayoría de mediana edad, que han acudido acompañados por parejas o familiares e incluso solos a comprar sus entradas.El museo ha abierto sus puertas a las 10 de la mañana, momento en el que ya había gran cantidad de gente esperando para comenzar a hacer fila para poder acceder al interior del recinto. Se trata de un momento muy especial que por fin llega después de 16 años, un primer día que tampoco se han querido perder algunas televisiones: "El fin de semana esperamos todavía a más gente. Probablemente las ventas se disparen", ha afirmado un empleado del museo a Canal Sur.
Todos aquellos que acudan a Chipiona para entrar en el museo de la cantante podrán disfrutar de los 400 trajes de la artista, que están expuestos en el recinto. La exposición está cuidada hasta el último detalle y es que incluso se ha utilizado el perfume que utilizaba la artista para ambientar el espacio. Además, también cuenta con algunos de los momentos más personales de la artista, la recreación de alguna de sus experiencias y el primer premio que ganó en un concurso profesional.Un gran día para todos
Todavía no se ha podido ver a la hija de Rocío Jurado en los interiores del museo, aunque sí estuvo muy presente durante la gran inauguración. Llena de felicidad, Rocío Carrasco abría las puertas del museo de su madre, muy bien rodeada por rostros conocidos como Miguel Poveda o el Maestro Joao, y dándose la mano, en todo momento, con su pareja, Fidel Albiac.