Pitita Ridruejo siempre ha despertado una gran fascinación, sus codeos con figuras tan emblemáticas como la Reina Isabel o Andy Warhol junto con su carisma, convirtieron a la dama de la alta sociedad en una de las figuras más icónicas. Fue musa de artistas y escritores, además de reina de la elegancia, pero ahora el mundo despide a Esperanza Ridruejo Brieva tras su fallecimiento el 6 de mayo de 2019 en su domicilio.
" DEP Pitita Ridruejo. Una señora estupenda y muy divertida de la que guardaré muchas anécdotas ", así lo anunciaba la periodista Beatriz Cortazar en su cuenta de Twitter. Una triste noticia que llega tres años después de la muerte del amor de su vida, Mike Stilianopoulos, con el que estuvo casada durante 59 años. El 4 de noviembre de 2016 fallecía el diplomático filipino tras una larga enfermedad, lo que destrozó a Pitita que declaró: "Para mí era absolutamente todo, mi media mitad, mi todo, el hombre más importante de mi vida". Este golpe provocó un gran vacío en la vida de la musa.
Devoción cristiana
La familia de Pitita estuvo en este amargo momento a su lado, una familia con gran fortuna y muy devota de la religión católica, fe bajo la cual fue criada el icono de la elegancia. Pitita se convirtió en una mujer fervorosamente religiosa y empezó a interesarse por las apariciones de la Virgen. Esto le llevó a visitar en 1984 Prado Nuevo, en El Escorial, donde vivió una experiencia que le cambiaría la vida: presenció una aparición de la Virgen. A raíz de ello, publicó ocho libros y decenas de artículos, convirtiéndose en una auténtica experta en este sentido y una figura muy reclamada en televisión y prensa. "El Apocalipsis está cerca aunque a mucha gente no le convenga que llegue", llegó a decir la fiel creyente en una entrevista para el diario ABC.
Sin duda, Pitita ha vivido una vida muy interesante y regalado buenos momentos a quienes la conocieran. A pesar de haber estado en el foco mediático durante muchos años, la muerte de su gran amor le produjo tal tristeza y desde entonces abandonó esta vida y pasó a vivir recluida en su casa-palacio del siglo XVII en Madrid capital. Aún así, son muchos los que se acuerdan de esta mujer que marcó una época y lamentan su muerte.