Palomo Linares ha fallecido este lunes 24 de abril a consecuencia de un derrame cerebral sufrido un día después de ser sometido a una operación a corazón abierto. Una intervención realizada el pasado viernes 21 de abril que, aunque muy complicada, parecía que había salido según lo previsto.
En dicha operación le pusieron un doble bypass, la sustitución de la válvula mitral y la reparación de la válvula tricúspide. Tras más de cinco horas en quirófano, el torero fue trasladado a la UCI sedado y con ventilación mecánica. Lo que nadie esperaba es que sufriera un derrame cerebral que acabara con su vida.
Después de varias horas de incertidumbre en las que las noticias sobre cómo se encontraba eran contradictorias, la familia ha confirmado la fatal noticia de la muerte de Palomo Linares, que ingresó en el Hospital Gregorio Marañón el pasado miércoles 19 de abril junto a su pareja Concha y con mucho optimismo, asegurando que " en peores plazas he toreado ".
Se resignaba a abandonar los ruedos
El diestro se inició en el mundo del toro con ocho años. En 1966 tomó la alternativa en la plaza de toros de Valladolid con Jaime Ostos como padrino. Entonces comenzó una gran carrera que repleta de éxitos de la que decidió despedirse en 1982 tras una corrida en Bogotá (Colombia).
No obstante reapareció un año después en Lima (Perú) y se retiró nuevamente en 1985. En 1993 decidió volver una vez más a pisar el ruedo, al que dijo adiós de forma definitivamente en 1995 tras una corrida nocturna en Benidorm. Entonces comenzó su carrera como ganadero, que combinó con su pasión por la pintura.
A nivel personal, Palomo Linares se casó con Marina Danko el 26 de abril de 1977. Junto a ella formó una feliz familia con el nacimiento de sus tres hijos: Sebastián en 1978, Miguel en 1981 y Andrés en 1989. En el año 2011 anunciaron su separación y su exmujer aseguró que el diestro quería "vivir la vida". Desde hace cinco años compartía su mujer con Concha Azuara, una juez de 38 años.