La desgracia se ha cebado con la familia de Jimmy Carter. El expresidente de Estados Unidos comunicó el pasado verano que tenía cáncer. Afortunadamente tras un fuerte tratamiento logró curarse y seguir adelante con su longeva vida. A sus 91 años cumplidos en octubre se encuentra bien de salud, fuerte y con ánimo.
Al parecer, el nieto del expresidente, que estaba en su casa de Peachtree City, Atlanta, no se encontraba bien y se acostó en la cama para descansar un rato. Cuando su madre fue a despertarle, el joven estaba inconsciente, por lo que intentó reanimarle. Annette Carter llevó a su vástago al hospital, donde sufrió una parada cardiaca y murió. Jimmy Carter, que estaba destrozado, dedicó unas bonitas palabras a su adorado nieto: "Solo tenía 28 años y era un joven maravilloso al que quería mucho".
Jeremy Carter se llevaba muy bien con su abuelo
Jeremy Carter era uno de los tres hijos de Donnel Jeffrey Carter y de su esposa Annette Jene Davis. El joven mantenía una excelente relación con sus abuelos paternos Jimmy y Rosalynn Carter y llegó a participar en iniciativas del Centro Carter de Atlanta. El Centro Carter es una fundación que creó en 1982 en Atlanta para promover el cuidado de la salud, la democracia y otros temas de interés mundial. Su trabajo con esta entidad y los logros conseguidos le valieron el Premio Nobel de la Paz en 2002.
El demócrata Jimmy Carter fue gobernador del estado de Georgia entre 1971 y 1975, además de senador en la Asamblea General de Georgia entre 1962 y 1966. Alcanzó la presidencia de Estados Unidos en 1997, sucediendo al republicano Gerald Ford. En 1981 le siguió el republicano Ronald Reagan, por lo que decidió dedicar el resto de su vida al Centro Jimmy Carter.