La Duquesa de Alba ha fallecido. Doña Cayetana Fitz-James Stuart y Silva ha muerto este jueves 20 de noviembre a los 88 años en el Palacio de las Dueñas de Sevilla al no poder superar los problemas de salud que ha estado sufriendo en los últimos días.
Cayetana de Alba sufrió una insuficiencia respiratoria secundaria a neumonía de la comunidad, asociada con arritmia cardiaca y repercusión hemodinámica que provocaron que fuera debilitándose poco a poco. Si en un primer momento los Alba eran optimistas, conforme fueron pasando las horas, las esperanzas se iban desvaneciendo.
La Duquesa de Alba, acompañada de su familia al final de su vida
La aristócrata permaneció dos días en el centro hospitalario, donde estuvo arropada por su marido, Alfonso Díez, por sus hijos y de otros familiares y amigos. El martes por la noche fue trasladada al Palacio de las Dueñas por decisión de la familia y de los médicos, respetando así el deseo de Doña Cayetana, que pudo así morir en su hogar.
A las 22:00 horas del martes la ambulancia entró en el Palacio de las Dueñas de Sevilla. Una vez en el hogar en el que ha vivido los últimos años de su vida fue atendida por el equipo médico que estuvo con ella en el Hospital Sagrado Corazón, así como por los profesionales que llevan años cuidando de su salud.
Doña Cayetana fue sedada y se le administraron morfina y calmantes la misma noche en la que regresó al Palacio de las Dueñas. Allí siguió arropada por su tercer marido, que no se ha separado de ella, y de todos sus hijos, ya que Jacobo y Alfonso, que no habían estado en el hospital, viajaron a Sevilla para acompañar a su madre en los últimos momentos de su vida, así como de sus nietos y sus nueras. También le han acompañado íntimos amigos y su confesor y amigo Ignacio Sánchez-Dalph.
Fue en el Palacio de las Dueñas, lugar en el que pasó algunos de los mejores momentos de su vida, donde falleció a los 88 años tras una intensa existencia que vivió con pasión y alegría y que se apagó para la XVIII Duquesa de Alba.