El mundo de la cocina está de luto. El cuerpo del prestigioso chef vasco Aitor Basabe fue hallado sin vida, al parecer, por un fallo cardiaco el día de Nochebuena en el bosque de Llanes. A pesar de que su nombre no era de los más populares, el responsable de los fogones del Arbolagaña era uno de los más aplaudidos de la profesión.
Desde que se conoció la noticia, muchos han sido los rumores que han surgido sobre las causas que produjeron la muerte, ya que señalaban que podría haber sido mientras practicaba una de sus muchas pasiones, el buceo. Sin embargo, un portavoz de la Guardia Civil desmintió dicha información al diario 'El Comercio'. Por el momento, la investigación sigue su cauce.
Un estilo diferente
Su carácter marcado era un rasgo principal del chef vasco. Muy conocido dentro de los círculos gastronómicos, pero no solo por su destreza con los fogones, sino también por su divertida y entretenida personalidad, rechazó toda invitación a formar parte del grupo de estrellas mediáticas de la gastronomía vasca. "No se trata de que sea ni el mejor ni el peor; es sólo que eso de salir en los medios no va con mi estilo", se definía.