Charlotte Emily, la hija de Pierce Brosnan, ha fallecido a los 42 años en su casa de Londres el pasado viernes 28 de junio. Después de una lucha de tres años contra un cáncer de ovarios, perdió la batalla. Se trata de la misma enfermedad que acabó con su madre Cassandra, que tenía casi la misma edad cuando murió, hace 22 años.
Charlotte fue adoptada por el actor irlandés en 1986 después de que su padre biológico muriera. Aún así, para Brosnan era como su propia hija. El actor se ha sentido agradecido y ha anunciado que "Oramos por ella y que la cura para esta enfermedad horrible pronto esté inventada. Damos las gracias a todos por su más sentido pésame".
Chalotte siempre ha sido una luchadora
No se trata del único bache por el que ha tenido que pasar la hija del actor, ya que también tuvo que luchar contra la dependencia de drogas y depresión sobre los treinta años, cuando se ofreció voluntariamente para el tratamiento en la Clínica Priory en 2003.
Cuando estuvo tres semanas en el centro de rehabilitación en Londres, Charlotte desarrolló depresión por estar separada de su marido tanto tiempo. Anteriormente ella había sido tratada por adicción a la cocaína, y su hermano Christopher había recibido una terapia similar por la adicción a las drogas y a la bebida.