Galería: Sara Carbonero en imágenes
Sara Carbonero atraviesa un momento complicado después del fallecimiento de su abuela Máxima, quien había cumplido 100 años el pasado 5 de marzo. La propia Sara compartía en sus redes sociales una serie de fotografías de la gran celebración que le organizaron a Máxima, con sus globos con el 100, una bonita tarta y un vídeo emocionante. Todos se reunieron en Corral de Almaguer para darle todo su cariño y, por desgracia, Máxima ya descansa en paz.
Ha sido la revista Hola quien ha confirmado que la abuela de Sara Carbonero -la única que le quedaba- había fallecido el pasado martes 11 de marzo y que su fallecimiento, pese a los años que tenía, ha cogido por sorpresa pues gozaba de buena salud. Sara Carbonero le dedicaba unas palabras cargadas de amor en la publicación que compartió con instantáneas de su abuela y del día del cumpleaños:

" Abuelita, un siglo de amor. Que vamos a batir un récord, te lo prometo. Sé que no te gusta mucho asomarte por estos lares porque dices que te ves mayor, (siempre presumida) pero hoy hemos negociado que la ocasión merecía la pena. Déjame 'presumir' de abuela. ¡¡100 años!! Eres la matriarca de la familia, madre, abuela y bisabuela. Estás en todos mis mejores recuerdos de infancia".
Sara Carbonero solo tiene palabras de amor y de agradecimiento para su abuela Máxima: "Gracias a la vida por permitirnos disfrutarte y aprender tanto de ti. Gracias a ti por mantener a nuestra familia unida, como hoy, no ha faltado absolutamente nadie para celebrarte. No hay lluvia, distancia ni nada que nos pudiera hacer perdernos este día contigo. Una vida entera no será suficiente para devolverte todo lo que has hecho por nosotros".
Ahora toca decir adiós
Para la periodista, su abuela Máxima lo ha sido todo en su vida y con estas preciosas palabras se lo decía por su 100 cumpleaños: "Eres paciencia, refugio, raíz, el lugar al que volver para encontrarme. Deberías ser eterna. De momento, vamos a por el récord y a ver si se nos pega algo de tu genética. Te quiero con locura. Mi guía, mi faro, mi ángel de la guarda. Eres casa para todo aquel que llega 'nuevo' a la familia. Eres la bondad hecha persona, la que no juzga. Una mujer muy adelantada a su época. Te quiero, te quiero, te quiero. ¡No se puede estar más guapa ya!", le decía.

Por desgracia, ahora toca decir adiós y Sara Carbonero ha tenido que despedirse para siempre de su abuela. Al menos, puede quedarse con ese bonito sabor de boca de haber podido celebrar junto a ella el siglo de vida, una edad a la que no muchas personas llegan y que ellos han podido celebrar junto a Máxima antes de su partida, que seguro que ha sido rodeada de todos sus seres queridos.