La influencer ha hablado de sus planes futuros, y entre ellos parece que de momento no entra pasar por el altar con el padre de su hija.
Violeta Mangriñán y Fabio Colloricchio han conseguido tener una relación muy estable que se ha consolidado aún más con el nacimiento de su hija Gala. La pareja se conoció en 'Supervivientes', y desde entonces se han hecho inseparables, aunque sí es cierto que pasan más tiempo distanciados de lo que les gustaría por sus respectivos compromisos profesionales.
Los dos intentan compaginar sus carreras con el cuidado de la familia, y a veces resulta bastante complicado, aunque cuentan con ayuda en su casa y la madre de Fabio Colloricchio viaja siempre que puede desde Italia para estar cerca de ellos y poder cuidar a su nieta. La influencer de vez en cuando se atreve a contestar una ronda de preguntas de sus miles de seguidores, y en esta ocasión ha hablado de si le gustaría pasar por el altar. Cuando le preguntan si tiene planes de boda, contesta: "No es algo que me haga una tremenda ilusión, me gustan las bodas, pero vistas desde fuera, solo imaginarme organizando la mía, me da mucha ansiedad". Y es que el estrés que puede generar en ella organizar una boda es algo que irremediablemente le echa para atrás, aunque sí ha dicho cómo daría el paso: "Desde luego no entra en mi listas de deseos antes de morir, pero si es con Fabio tampoco me importaría hacerlo en un futuro, eso sí, me lo tiene que pedir él e hincando rodilla, pero bien de bien".
Tampoco ha tenido ningún problema en hablar sobre una hipotética ruptura, asumiendo que el amor en cualquier momento puede acabar, y no haría un drama. "La verdad es que no tengo miedo, si algún día se tiene que acabar, pues se acabará. Espero que ese momento tarde mucho en llegar (si es que llega). Y si eso pasa, espero que termine de la mejor forma posible, pues tenemos el mayor amor de nuestras vidas de por medio, que es nuestra hija Gala", ha dicho, dejando claro que para ellos lo más importante es la hija que tienen en común. Deseando que llegue su mudanza
Mientras, está muy ilusionada, aunque también agobiada por mudarse a Valencia, lugar en el que se ha construido una casa a la que no le falta ningún detalle. La influencer lleva meses contando a través de sus redes sociales los avances de las obras, pidiendo incluso consejo sobre algunos elementos decorativos. Y aunque se mude a Valencia, su tierra natal, no descuidará sus compromisos en Madrid, por lo que cada semana tiene pensado viajar y por eso ella y Fabio Colloricchio han alquilado otro piso, en el que se alojarán en sus visitas a la capital.