Marta Pombo se encuentra en la recta final de su segundo embarazo, pero no está siendo nada fácil para ella. La influencer está embarazada de mellizas, dos niñas a las que ella y su marido Luis Zamalloa llamarán María y Candela, y aunque su fecha probable de parto es a finales de septiembre de 2024, es probable que se le adelante al ser un embarazo gemelar.
Muy pronto su hija Matilda, nacida en octubre de 2022, se convertirá en hermana mayor, y ahora es algo que a ella le hace sentir culpable, porque no tiene energía para compartir más momentos con ella, jugando juntas antes de que nazcan las otras dos niñas. Ha sido a través de sus redes sociales donde ha compartido sus pensamientos, destapando cómo se siente en este momento de su vida.
"Estoy agotada como es lógico y normal. Me da una tristeza enorme no tener energía suficiente para dedicarle a Matilda todo el tiempo que me gustaría. Ir más a la playa con ella y enseñarle mil cosas. No tengo energía porque ella no para, está en un momento precioso", ha comentado en su cuenta de Instagram, haciendo saber que una barriga tan prominente de dos bebés es algo pesado y que su cuerpo cada vez se resiente más a la hora de seguir con su día a día y hacer planes en familia.
En ningún momento ha ocultado los altibajos que ha ido sintiendo durante su embarazo, pero ahora siente que está en su peor momento, cuando cada vez falta menos para el parto. " Me siento fatal y culpable. Cada vez que le dedico tiempo de calidad, acabo con muchas contracciones, con dolor de espalda y pubis ", ha señalado, por lo que por su salud es preferible que pare un poco y no haga tantas actividades con la niña, quien por suerte ha pasado gran parte del verano junto a sus primos en Cantabria.
Ya en Madrid
Para afrontar estos últimos meses, ella también ha estado en su nueva casa de Cantabria, sumando el estrés de amueblar y tener todo a punto. El lugar elegido por la familia Pombo para tener sus casas de verano es Ribamontán de Mar, donde llevan muchos años veraneando, y ahora ha decidido regresar a Madrid sin la niña para estar más controlada por sus médicos en caso de que el parto se adelante.