Pont ha hablado con la revista Semana para asegurar que le ha hecho mucha gracia la información y que incluso se ha reído hablando de ello con el propio presentador, desmintiendo por completo que entre ellos haya algo más que una buenísima amistad.
Una amistad que además se remonta a 30 años atrás y en la que no hay nada más que eso. De ahí que Mónica Pont se haya alojado en casa de Pepe Navarro cuando ha aprovechado algunos días libres en su agenda para escaparse a la isla pitiusa.
Se lo han tomado con mucho humor
"No me molesta lo que se ha dicho, me hace gracia, lo que me molesta es que cada vez que sales a cenar o tomar un aperitivo con alguien te lo encasqueten", decía la intérprete, que por el momento sigue teniendo el corazón libre.