Galería: Una diva llamada Carmen Lomana
El glamour, la clase y la elegancia tienen nombre propio y es el de Carmen Lomana. Esta mujer nacida en León se ha convertido en toda una referencia de estilo y nadie sabe muy bien por qué. Como otros muchos personajes televisivos, la rubia ya forma parte del imaginario colectivo pero muy pocas personas son capaces de recordar sus comienzos en el mundo de las socialités y las altas esferas.
Lo cierto es que Lomana no pasa desapercibida y con una vida tan trepidante no es de extrañar que acapare la atención de todos los medios de comunicación. Contrariamente a lo que muchas voces insisten en repetir, la exsuperviviente afirmó en 'Chester' que siempre ha sido "independiente económicamente" porque nunca ha "parado de trabajar". Del mismo modo, hace hincapié en que nadie le "ha regalado nunca nada" y que todo lo que tiene se lo ha ganado ella sola. ¿Pero cómo ha llegado hasta dónde está? Estos han sido los 7 momentos que han marcado su vida.
1 Su historia de amor con Guillermo Capdevila
Muy probablemente, sea a Guillermo Capdevila a quien Lomana le debe todo lo que hoy tiene, que no es poco. El chileno estudió Diseño Industrial en la Universidad de la capital de su país y, huyendo de las complicadas dificultades políticas que se estaban produciendo en en su tierra natal, el recién graduado decidió mudarse a Europa para probar suerte e iniciar una nueva vida alejada de sus raíces. El creador escogió Londres para establecer su residencia, y fue en un club de jazz de la City donde se topó con la mujer de su vida, que en ese momento trabajaba para el Banco Santander. El flechazo entre Lomana y Capdevila fue mutuo e instantáneo y ella todavía recuerda qué fue lo que la cautivó : "Él era un chico muy comprometido políticamente, muy bohemio, que tenía una brillantez y una cultura que me volvió loca de amor", señaló la socialité durante una entrevista para Vanitatis.
Por aquel entonces, Capdevila y Lomana eran unos jóvenes normales y corrientes que se habían dejado llevar por sus sentimientos y que lo único que necesitaban para seguir adelante era tenerse el uno al otro. " No teníamos nada excepto nuestro amor, muchas ganas de vivir y un apartamento en Chelsea ", reveló la leonesa durante el reportaje con el medio citado anteriormente. Su vínculo era tan intenso que a la pareja solo le hicieron falta seis meses para darse cuenta de que querían pasar juntos el resto de sus vidas, y el 13 de diciembre de 1974 pasaron por el altar de Llanes, en Asturias, para darse el "sí, quiero" durante "un día helador, precioso, rodeados de montañas nevadas y mar. Fue una boda muy íntima, llena de amor y felicidad", escribió la empresaria junto a una foto del día del enlace que compartió con los seguidores de su cuenta de Instagram.
2 La muerte de su marido
Rápidamente, Capdevila se convirtió en uno de los diseñadores industriales más respetados del momento y su proyección internacional le valió para hacerse con un Premio Simo en 1985 por plantear las bases del ordenador ZX Spectrum 128 para la empresa inglesa Sinclair Research. De este modo, la escala social del joven matrimonio se volvió imparable y rápidamente pasó a formar parte de las altas esferas mientras su patrimonio no paraba de aumentar. Sin embargo, la vida les tenía preparado un duro golpe: Lomana perdió al bebé que estaban esperando fruto de su amor y sus deseos de ser madre se esfumaron para volcar toda su atención en Willy, como a ella le gustaba llamar a su marido, pero por desgracia para ella, la mala racha no se detuvo y lo peor todavía estaba por llegar.
Justo después de acabar las fiestas navideñas, el 9 de enero de 1999, el chileno perdía la vida por culpa de un terrible accidente de tráfico en Pamplona. El mundo de Carmen Lomana se vino abajo y la socialité tuvo que sacar mucha fuerza de donde no había para superar este difícil momento y conseguir salir adelante. "Fue horrible. No podía articular palabra. Yo no podía pensar en nada", dijo la celebrity durante una entrevista en 'Chester'. Por fortuna, aunque su herida no podrá curarse nunca, parece que Lomana ha aprendido a vivir con el dolor y todavía recuerda emocionada al hombre que un día le robó el corazón. "Muchas veces voy a verle y eso la gente no lo sabe. Es absurdo, pero parece que me reconforta. Voy allí, llevo mi cubo, limpio el panteón, le pongo unas flores y le digo: 'Willy, ya te vengo a limpiar la casita'", reveló la empresaria durante un reportaje con Diario de León.
3 Sus comienzos televisivos
Después del trágico accidente que le arrebató la vida a Capdevila, Lomana se convirtió en la heredera de toda su fortuna y, tras unos años de doloroso luto, la socialité encontró el consuelo que necesitaba gracias a las prendas de alta costura y al lujo más ostentoso. Rápidamente, su vida de mujer adinerada captó el interés de los medios de comunicación y Carmen Lomana fue protagonista de algunos programas de reportajes como 'Punto DOC', de Antena 3; o 'Comando Actualidad', de Televisión Española. La celebrity se coló en la casa de los espectadores para mostrarles su fascinante día a día mientras estaba de compras por París, algo "very exciting" para ella, o acudía a los desfiles de firmas importantes como Valentino.
Carmen Lomana no pasaba desapercibida y, aunque muchos la tachaban de pretenciosa y clasista, acabó ganándose el cariño del público y los canales de televisión privados se la rifaban para engrosar los índices de audiencia a su costa. Además, sus enfrentamientos con otras divas de altura como Isabel Preysler o Naty Abascal le permitieron introducirse en el mundo del corazón y alcanzar así mayor popularidad y notoriedad entre la 'working class'. De este modo, la empresaria comenzó a colaborar en numerosos espacios como '¡Más que baile!' o 'Splash! Famosos al agua' e incluso llegó a presentar sus propios programas: 'Las joyas de la corona' y 'Universo Lomana'. Sin duda, había nacido una estrella.
4 Su paso por 'Supervivientes'
Pero la prueba televisiva más extraordinaria y espiritual para Lomana no se produjo dentro de las fronteras españolas, sino que tuvo que marcharse a más de 8.000 kilómetros de distancia para "volver a lo esencial de la vida". La socialité formó parte de la lista de concursantes de la edición de 2015 de 'Supervivientes' y viajó hasta Honduras para desprenderse de todas las comodidades que tenía en Madrid y comenzar a vivir como una auténtica naufraga. Estar expuesta a tantas adversidades, como no comer durante mucho tiempo o enfrentarse a las incómodas picaduras de varios insectos, abrió la mente de Lomana, que llegó a comparar su paso por la isla con "volver a nacer", dejando claro que fue una "experiencia muy positiva" y que le sirvió para "no tener miedo a nada en la vida".
Por desgracia para ella, su aventura en el Mar Caribe terminó más pronto que tarde y, después de 42 días alimentándose a base de cocos, tuvo que abandonar Playa Privilegio tras convertirse en la quinta expulsada de la edición. Para sorpresa de todos los espectadores, Lomana confesó que le daba "un poco de pereza" tener que volver a subirse a unos tacones para arreglarse y que regresar a la gran ciudad le parecía un "exceso de civilización". Sin embargo, en cuanto llegó al hotel dejó atrás su faceta más salvaje y muy poco tardó en disfrutar de una buena pedicura y un relajante masaje en las piernas, y es que donde se pongan los lujos urbanitas, que se quiten los suplicios de la vida en los Cayos Cochinos.
5 La muerte de su madre
Fue durante su estancia en la paradisíaca isla cuando se le comunicó que su madre Fefa había sufrido un ictus. Aunque al principio se mostró muy preocupada, la recuperación de la mujer no hizo necesario el regreso a España de la socialité y supuso un chute de energía para ella. "Mi madre es un roble, por eso tengo tan buena genética", celebraba muy emocionada en su día. Por desgracia, la tranquilidad le duró muy poco y la anciana terminó perdiendo la vida dos meses después por culpa de las secuelas de la apoplejía. De este modo, Lomana tuvo que enfrentarse una vez más a la dolorosa pérdida de un ser querido. "A mis amigos tuiteros, os comunico que mi querida madre Fefa ha muerto esta madrugada. Es desolador. Descanse en paz", anunciaba ella misma a través de sus redes sociales.
Pero lo peor todavía estaba por llegar. Lomana tuvo que hacer frente a los tediosos actos fúnebres en los que se reencontró con su hermano: Rafa Lomana, con quien demostró tener una tensa relación cuando el deportista participó en 'Supervivientes' un año antes de que lo hiciera ella. Además, acudir al cementerio de León le recordó a la muerte de Guillermo Capdevila, que también descansa en este camposanto. "Para mí es muy duro porque mi marido también está aquí enterrado", confesó entre lágrimas la socialité. Por si despedirse de una madre para siempre no fuera lo suficientemente doloroso, la empresaria quedó excluida de la herencia de la fallecida y tuvo que enfrentarse a su hermano para que el reparto se hiciera como ella consideraba justo: " Las joyas de mi madre irán para la mujer de Rafa. Yo quiero que vayan para mis sobrinas, para los que tienen hijos, yo no necesito nada. Mi felicidad no están en tener joyas. Necesito tranquilidad", sentenció durante una entrevista en 'Sálvame Deluxe'.
6 De socialité a escritora, pasando por política
Banquera, empresaria, reportera, superviviente... Está claro que Carmen Lomana es una de las mujeres más polifacéticas del panorama mediático, y a estas alturas no debería parecer extraño que incluso se animara a publicar no uno, sino dos libros en los que habla de protocolo y modales: 'Los 10 mandamientos de la mujer 11' (2010) y 'El glamour inteligente' (2013). Para la presentación del último, tuvo el honor de contar con su amigo Mario Vaquerizo y con la presencia de otros colegas que no dudaron en alabar el trabajo de la socialité como escritora. "Es un imprescindible, un libro de andar por casa con el que aprender a quedar bien y ser correcta en cada circunstancia", dijo la autora de la novela.
Pero Lomana no solo se tiró a la piscina de la literatura sin ningún tipo de miedo o tapujo, sino que también se atrevió zambullirse en las turbulentas aguas del mundo de la política. Con vistas a las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, la leonesa se posicionó como la tercera en la lista de VOX al Senado por Madrid, sin ni siquiera militar en el partido. Pero la intención de esta fashionista no era precisamente empezar a trabajar en la cámara alta, sino todo lo contrario. "El Senado no sirve absolutamente para nada. Algunos lo justifican por las autonomías, pero estas ya tienen su propio Parlamento. A los únicos que les gusta el Senado es a los políticos que siempre están chupando del bote", sentenciaba la empresaria durante una entrevista con Vanitatis. Sin embargo, su relación con el partido de derechas acabó con mal pie y ella confesó que solo se presentó "por darles publicidad". De hecho, la socialité mantiene una sólida amistad con Juan Carlos Monedero, miembro de Podemos, con una ideología totalmente opuesta a la de VOX.
7 Atropellada por su propio coche
Era un día más en la vida de Carmen Lomana, que en ese momento no era consciente de que podría haber sido el último. La diva quería ir a pasar unos días de descanso a Llanes, pero su chófer estaba de vacaciones, así que decidió alquilar un coche para ser ella misma la que tomara la carretera, porque a esta leonesa no se le caen los anillos por conducir unas cuantas horas. "Solo son 100 kilómetros", pensó la socialité, ajena a que la vida le tenía preparada una amarga sorpresa. Cuando por fin llegó a su destino, la rubia aparcó el auto muy cerca de la playa de Celorio, en Asturias, pero se llevó un tremendo susto nada más pisar el asfalto: el freno de mano falló y el vehículo empezó a rodar cuesta abajo. "Se vino hacia mí pasando por encima de mi pierna izquierda y siguiendo hacia la playa", relataba la empresaria en su cuenta de Twitter.
Por fortuna, los gritos de terror ahuyentaron a los bañistas y pudieron escapar de la muerte, pero la leonesa no quedó ilesa. La exsuperviviente tuvo que ser ingresada en el hospital y pasó la noche enganchada a la "cortisona y calmantes" para aliviar el dolor que sentía: "La pierna es un espanto", lamentaba. Sin embargo, la fashionista es "muy fuerte y muy dura" y más pronto que tarde pudo abandonar el centro médico por su propio pie, muy agradecida por seguir con vida. De este modo, parece que todavía queda Carmen Lomana para rato y de seguro que sus memorias todavía llenarán unas cuantas páginas más en las que se narrarán las aventuras que todavía le quedan por vivir.