Mientras gran parte de la familia Preysler vive de las exclusivas, Enrique Iglesias se mantiene gracias a su trabajo como cantante, que le ha llevado a ganar cifras millonarias. Anna Kournikova facturó mucho dinero también como tenista, y una vez retirada, tampoco ha comerciado con su vida privada, algo que por otra parte, no tiene por qué ser objeto de crítica.
Así, mientras su familia materna hace caja con los acontecimientos de su vida, él ha salvaguardado tanto su intimidad, que ha sido padre por partida doble y solo trascendió la noticia días después de que vinieran al mundo los mellizos. Del embarazo de la rusa, nadie se enteró.
Una segunda casa
Ahora que ya están aquí Nicholas y Lucy, sus padres siguen obsesionados con su privacidad y no quieren que nadie no autorizado pueda inmiscuirse en su vida íntima. Así, cuando la extenista esta embarazada levantaron un muro de 5 metros en su casa de Miami para reforzar la seguridad, pero no se han quedado solo ahí.
Como señala TMZ, han conseguido los permisos para construir una segunda vivienda en los terrenos de su mansión. La razón es levantar una casa adosada a la vivienda principal con dos pisos en los que sus hijos estarían totalmente protegidos. Para pagarlo, se habrían gastado de momento 505.000 euros.