Un año antes de su muerte, Diego Armando Maradona decía a través de sus redes sociales sobre sus hijos que "no les voy a dejar nada", haciendo referencia a su herencia. Para su desgracia, la hora de comprobar si estas palabras eran ciertas llegó ante de lo esperado para él, para sus descendientes y para los millones de fans que lloran su muerte por todo el mundo desde el pasado miércoles 25 de noviembre.
Pero quien conoce un poco la vida profesional y personal de El Pelusa sabe cuánto pudo ganar por su gloria en el mundo del fútbol, pero también cuánto pudo perder por su más larga carrera aún en el mundo de las drogas, la prostitución y la mafia italiana. Como él mismo le confesó a Di Stefano cuando tenía 25 años y llevaba un año jugando en el Nápoles, por aquel entonces se había quedado sin nada. Aunque, 5 años después, tras el famoso juicio por posesión de drogas, se estimó que había pedido 64 millones de dólares en por su labor como futbolista y más de 110 como imagen de diferentes marcas.
Afortunadamente, por aquel entonces ya había comenzado a invertir en otros ámbitos que le seguían reportando algunas ganancias y Diego Armando Maradona ya no solo era un simple jugador de fútbol, era un icono, un ídolo para muchos y un Dios para otros tantos. Después de su carrera en el campo de fútbol pasó a dirigir varios equipos por todo el mundo y, aunque de muchos contratos todavía se desconoce el valor, se estima que sería igual de millonarios de los que si se saben. Muchos los rompió incluso antes de comenzarlos, pero su abogado y amigo, Matías Morla, estaba siempre pendiente de que siempre se llevase algo. Muchas veces, en forma de objetos de no precisamente poco valor. Como es el ejemplo de un anillo de unos 300.000 euros que se llevó tras cancelar un contrato de 18 millones de euros por tres años como entrador y Presidente de Honor del Dinamo de Brest.
Una herencia para ¿5 u 11 hijos?
Ahora, tras su muerte, se estima que el valor de su herencia es superior a 10 millones de euros, una nada desdeñable cifra monetaria a la que se le sumarían también grandes bienes de lujo casas, automóviles y una amplia cartera de inversiones que le han mantenido siempre a salvo de la ruina desde bien joven.
Una herencia que, pese a lo que haya dejado dicho en vida Maradona, pasará a ser si o sí de sus hijos. Al igual que la Ley española, en Argetina también existe la Ley Legítima de los hijos que dicta que estos son herederos forzosos de 2/3 de los bienes de su padre o madre fallecida. Un hecho que podría cambiar siempre y el fallecido dejase establecido que, de esos dos tercios, uno de ellos sea para uno en concreto y, por tanto, se reparta el restante entre todos los demás.
Otra incógnita surge entonces en torno a los bienes de El Pelusa. ¿Cuántos hijos tiene acceso a esta herencia? A pesar de que este fallecido habiendo reconocido a 5, se cree que el número total sería de 11 teniendo en cuenta a los no reconocidos. El primero de ellos fue Diego Junior, que nació en 1986 fruto de una relación extramatrimonial con Cristina Sinagra, aunque tardó nada menos que 29 años en reconocerlo legalmente.
Una año más tarde, en 1987, nacía Dalma, la primera hija que tenía con su esposa -y novia de toda la vida-, Claudia Villafañe. En 1989 nacía la segunda fruto de esta relación, Giannina. No fue hasta 1996 que nació Jana, fruto de un fugar romance con Valeria Sabalain. En su caso, bastaron 12 años para ser reconocida como tal. Por último, fue en 2003 cuando nació Diego Fernando, tras 10 años de relación con Verónica Ojeada. En un alarde más de complicar las cosas, Maradona rompía su relación con ella cuando se quedó embarazada. Los 6 hijos restantes que se le estiman son toda una incógnita que, posiblemente, se vaya despejando ahora en cuanto se abra el millonario testamento de La mano de Dios.