Gerard Piqué y Shakira son una de las parejas más famosas de España, y del mundo, ya que mientras él es un futbolista con proyección internacional, ella es una de las cantantes más reconocidas de todo el planeta, tanto que incluso ha cantado en la ONU.
Pero cuando los focos se apagan, ella se baja del escenario y él sale del terreno de juego, tan solo son una pareja normal, rica y famosa, pero corriente, que como muchas otras, realiza algunas tareas como el resto de los mortales. En su caso incluso tiene más mérito, ya que podrían perfectamente delegar en el servicio.
Una familia muy normal
El caso es que según cuenta Pilar Eyre en LOC, la pareja cogió el coche y se presentó en un supermercado de la localidad barcelonesa de San Just Desvern. Allí se vio a la colombiana llevando a su hijo Sasha en un portabebés, mientras, el central del Barça llevaba de la mano a su primogénito Milan, que tiene casi 3 años.La familia realizó la compra con normalidad y apenas llamó la atención, ya que incluso la cajera ni se inmutó ante su presencia. Una vez fuera, Piqué cargó las provisiones en el maletero de su coche mientras su novia y sus hijos esperaban dentro del vehículo sentados. Cuando terminó se fueron rumbo a la fabulosa casa en la que residen. Ahora a esperar a su próxima salida familiar.