La colaboradora, más relajada, sigue convencida de que ha ha dado todo lo que podía en el programa.
El pasado 1 de mayo nos enteramos de que Mila Ximénez estaba planeando dejar su silla de colaboradora en 'Salvame' por estar ya muy harta de la situación que se vive en el programa. Según ella, la lucha de egos y las envidias por los minutos en televisión son algo con lo que la colaboradora ya no puede lidiar: "El tema de los egos es algo que yo tengo que solucionar conmigo misma, pero es cierto que los lunes yo venía con muchas ganas, pero ahora llegan los domingos y me pongo enferma porque tengo que volver a trabajar. Lo saben muchos compañeros, a los que les he dado el domingo porque no he parado de llorar", comentaba en la tarde del 2 de mayo cuando su amigo y presentador, Jorge Javier Vázquez, le preguntaba.
Además, el presentador también quiso interesarse por la opinión de los colaboradores que no habían estado el día de antes. Una de las que quiso dar su opinión fue María Patiño: "Yo era conocedora de sus sentimientos y ayer cuando habló con Cristina Soria, había una reflexión que yo le dije como amiga, que es preguntarse qué le hace falta para ser feliz. Ella tiene una autoexigencia demasiado grande, algunas veces las logra y otras no. Hay una parte en el discurso de ayer donde yo me perdí, porque Mila es capaz de batallar con la envidia y con todo. Yo creo que es una cuestión de ella misma. Muchas veces me dice lo cansada que está, pero no baja el ritmo en ningún momento, y eso es agotador. Lo bueno de Mila es contarlo, desahogarte y pedir ayuda. En ese camino me da cierta tranquilidad porque si se lo comiera sola, la devoraría", decía la presentadora de 'Socialitè'. Gema López, por su parte, también quería opinar sobre la posible marcha de su compañera: "Ha hecho tan bien su trabajo, que, al hacerlo, ha pedido su propia persona, y cuando llega a su casa y se reencuentra con ella misma, es normal que se pregunte si le compensa todo esto", comentaba Gema. Sin emabargo, ella misma también comentaba que era normal que se sacase punta a todo lo que había ocurrido con la entrevista de Terelu Campos, entrevista por la que comenzó todo este huracán en el programa: "Es normal que te digamos que nos tienes que dejar hacer lo que tú has hecho otras veces", le pedía López.
Jorge Javier Vázquez podría ser, de los presentes en plató, quien mejor conoce a Mila Ximénez, por lo que le lanzaba una pregunta a colación de las declaraciones de la colaboradora el día anterior: "Mila, ¿tú estás preparada para estar en tu casa y no venir? Estar sin trabajar cuando uno se siente muy capacitado provoca mucha ansiedad", le planteaba el presentador: "No, yo en mi casa no me quedaría. Yo estuve feliz el día que hicimos la entrevista con Terelu porque es hacer algo diferente. Pero me estoy dando cuenta de que no hago nada que me haga feliz, porque me lo prohíbe el cansancio", contaba Mila haciendo aclarando que no quiere dejar de trabajar, sino cambiar de aires. También afirmó que, por el ritmo frenético que lleva de trabajo, ha perdido muchas cosas de su vida personal: "En mi vida personal tengo muchos huecos. Tengo familia a la que no veo. Yo me despierto los sábados y, aunque no te lo creas, estoy en silencio como una hora o dos, me cojo el iPad y me pongo a jugar, porque necesito resetear. Yo no quiero que nadie diga que doy más al programa o doy menos, porque cada uno da lo que sabe y puede", afirmaba.
El mensaje de Gustavo
Esa tarde, Gustavo González, uno de los nuevos enemigos de Mila y contra el que mas ha atacado últimamente, enviaba un mensaje para la colaboradora puesto que no se encontraba en el programa: "Mila me ha dicho de todo: sinvergüenza, rastrero. Incluso ayer me dijo que había arrastrado a mi familia en el poli. Yo me pregunto si son indignos todos los que hacen un poli. Yo a Mila la he considerado mi amiga y si ella considera que ha sido por culpa de María, es su opinión. Pero debería tener más humildad, por que ayer dijo que Antonio Montero es un becario y que acude al programa cuando los demás no quieren", le reprochaba. Mila, por su parte, era escueta pero contundente en su contestación: "Si después de todo lo que te dije ayer, tú te has quedado con lo del gnomo, pues bueno, es que está muy perdido. No tengo nada más que decir", sentenciaba.