El humorista podría haberse vuelto a enamorar y ha sido visto en compañía de una empresaria que le ha ayudado a hacer la mudanza.
Miki Nadal podría haber recuperado la ilusión en el amor tras un divorico bastante complicado con Carola Escámez, la madre de su hija Carmela. El matrimonio duró cinco años, pero las cosas entre ellos no terminaron de la mejor manera y el proceso de separación generó muchas polémicas, es más, en una fuerte discusión incluso tuvo que acudir la Policía.
Nadal fue condenado por un delito leve de vejaciones hacia Escámez, puesto que se hbaía enterado de una infidelidad y no le sentó nada bien. El fallo, dictado por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número 4 de Madrid, dejaba claro que el humorista debía cumplir 20 días de trabajos en beneficio de la Comunidad, pero la sentencia fue recurrida por los abogados del colaborador de televisión en junio de 2019 y ratificada por la Audiencia Provincial de Madrid tres meses después.Ahora ha podido ser visto junto a la empresaria alicantina Helena Aldea tal y como adelante ABC. Aunque es periodista, decidió apostar por el mundo de la moda junto a su hermana y abrieron Capriche, una tienda de ropa. Los dos han podido ser vistos pasando unos días en Madrid y ella se ha encargado de ayudar a Nadal a hacer la mudanza. También han paseado en moto y han disfrutado en algunas terrazas de la capital.
Enamorados tras separarse
Él no es el único que ha rehecho su vida, puesto que su exmujer Carola Escámez también está enamorada. Fue en noviembre de 2019 cuando salió a la luz que estaba saliendo con Roberto Martín, expreparador físico de Nadal ocho años más joven que ella.
Fue tras el divorcio cuando comenzaron a forjar su amistad que ha terminado en una relación amorosa. Fue ella misma la que confirmó su relación a través de una fotografía en su cuenta de Instagram. "Deseando ver el mar", escribía junto a una imagen de ambos en la playa. "¿Solo el mar? Dentro de poco, menos de lo que esperamos", le respondía el preparador físico