EL HOMBRE TRANQUILO

Miguel Marcos olvida los problemas de Belén Esteban con su pasado con el trabajo

El novio de Belén Esteban se ha olvidado por unas horas de los problemas de su pareja volcándose en su trabajo, donde le tocó hacer guardia en el concierto 'Por Ellas' de Cadena 100.

Bekia 25 Octubre 2015 en Bekia

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Fueron muchas las personas que disfrutaron de una gran noche de música en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid de la mano del concierto 'Por Ellas' de Cadena 100. Los ciudadanos que hasta allí se trasladaron vibraron al ritmo de Laura Pausini, Ana TorrojaAna Torroja, Georgina, Soraya Arnelas o Pablo López, entre otros, que lo dieron todo en una noche solidaria para apoyar la lucha contra el cáncer de mama.

Mientras unos disfrutan, otros tienen que velar porque todo marche a la perfección, y que la noche no termine en tragedia. La seguridad es una prioridad en cualquier evento de estas características, y es por eso que tiene que haber todo tipo de vigilancia, comandada por personas para las que el concierto es un día de trabajo.

Miguel Marcos, todo un profesional

Así ha ocurrido con Miguel Marcos, conocido mediáticamente por ser el novio de Belén Esteban, a quien se le vio en el citado recinto como miembro del equipo asistencial. Miguel ejerce su labor profesional como conductor de ambulancias, y le toca estar de guardia en noches como esta, donde fue visto por testigos presenciales.

Según ha podido saber Bekia, el joven se mostró muy profesional en todo momento ni siquiera se dejó llevar por el evento en el que se encontraba, ya que no quiso arrancarse a bailar ni ante las canciones más pegadizas de la noche.

Quizás pesaba por encima de todo ello su vida personal, ya que la noche antes, su novia se había tenido que ver las caras en 'Sálvame Deluxe' con un antiguo amor, Juan Carlos, que le acusó de ser una vaga, de no haber querido trabajar nunca y que decía incluso llegó a señalar que su primer gran amor fue él y no Jesulín de Ubrique. Ante todas estas acusaciones, la de Paracuellos montó en cólera, y a buen seguro al llegar a casa no habrá conseguido calmarse ni siquiera con las atenciones de Miguel Marcos.