La situación judicial entre Miguel Bosé y Nacho Palau todavía estaba pendiente de ser solucionada, pues ambos habían tenido que hacer frente a diferentes etapas de esta situación. El que fuera participante de 'Supervivientes 2022' demandó a Miguel Bosé porque quería que sus dos hijos biológicos tuvieran las mismas condiciones de vida que los dos hijos biológicos de Migue Bosé, llegando los cuatro a sus vidas cuando aún mantenían una relación sentimental.
Con la separación tras 20 años de relación, los dos hijos biológicos de Nacho Palau se fueron con él y los dos biológicos de Miguel Bosé se quedaron con el cantante, aunque han mantenido el contacto durante todo este tiempo y tienen una relación excelente. Esto no quita que las situaciones económicas sean distintas, de ahí que Nacho Palau recurriera a los tribunales.
Pues bien, según ha publicado 20 Minutos, El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso que presentó en su momento Nacho Palau, en el que pedía que tanto él como Miguel Bosé fueran reconocidos como padres de los cuatro hijos que vinieron al mundo a través de gestación subrogada. El Alto Tribunal ha determinado que los lazos afectivos no son los suficientes como para reconocer esta paternidad, puntualizando que deberían haberlos adoptado.
Así han dado las explicaciones pertinentes
Según el citado medio, la Sala de lo Civil ha explicado que " con independencia de las circunstancias del nacimiento de los hijos o del sexo de los progenitores, no es suficiente para establecer una filiación el mero vínculo socio-afectivo de los menores entre sí y con quien fue la pareja de su respectivo padre".
La nota informativa de la Sala Primera ha determinado que " el ordenamiento español establece para estas situaciones el cauce de la adopción que pudieron seguir las partes durante la convivencia y que, una vez rota la pareja, es inviable ". Esto supondrá un duro varapalo para Nacho Palau, que ha luchado por conseguirlo hasta el último momento y que ha atravesado una situación muy complicada al padecer cáncer de pulmón.
