Miguel Bosé tiene en sus cuatro hijos su mayor alegría, pero como todo padre, también son una fuente de preocupaciones y miedos por si alguien puede llegar a hacerles daño. Su mayor temor se hizo realidad el pasado 7 de agosto, cuando recibió una serie de mensajes en los que se le extorsionaba para que desembolsara una fuerte cantidad de dinero para que no se divulgaran una serie de imágenes protagonizadas por sus cuatro hijos.
Como señala El Español, el cantante se personó en una Comisaría de la Policía Nacional para denunciar que le estaban extorsionando tras un ciberataque a su móvil. A lo largo del citado día, recibió desde correos electrónicos, pasando por Whatsapps en los que se le requerían 60.000 euros para no llevar a cabo sus amenazas, que no eran otras que divulgar fotos de sus hijos en las que se les veía la cara. En caso de no hacerlo, las imágenes serían vendidas a una revista.
Las imágenes en cuestión procederían de una visita que Miguel Bosé realizó a Disneyland Anaheim de Los Ángeles (California, Estados Unidos) junto a sus cuatro hijos, Telmo, Tadeo, Ivo y Diego. El cantante acudió como imagen comercial, pero exigió que no se publicaran imágenes en las que se pudiera reconocer a los pequeños; es por eso que aparecen de espaldas.
Lo cierto es que sí se tomaron fotos de la cara de los niños, pero ya una vez que terminó la visita promocional, y por tanto el acuerdo entre las partes. Según ha contado el artista, esas imágenes solo se las dieron a él en un archivo informátivo y se destruyeron todas las copias. El caso está siendo investigado por la brigada de Policía Judicial y la de Delitos Telemáticos y se ha informado a la Fiscalía.