El actor regresa a la Península para trabajar en una nueva serie para la televisión de Carlos Marqués-Marcet
Miguel Ángel Silvestre vuelve a casa. El actor, que ha estado tres años viviendo en Los Ángeles, regresa a España por motivos laborales. Ha confesado en una entrevista para ELLE que va a dar vida a Pablo Ibar, un preso de origen vasco condenado a pena de muerte en Miami por un triple asesinato. Este personaje se encuentra en la nueva ficción televisiva de Carlos Marqués-Marcet, basada en el best seller de Nacho Carretero, 'En el corredor de la muerte'.
En esta entrevista, también tuvo ocasión de hablar de algunos de sus referentes en el mundo de la interpretación. Penélope Cruz, Jennifer Lopez o Javier Bardem son alguno de ellos: "De cerca Jennifer Lopez es alguien muy luminoso. Es una mujer creativa y muy solidaria, una enorme inspiración para el movimiento del 'women's empowerment'. Lo que más me sorprendió cuando conocí a Penélope Cruz fue el gran agradecimiento que siente por la vida y por las personas. Es poderosa, de esas mujeres que te mueven el piso. Si tuviera que ir a la guerra, me gustaría que Javier Bardem fuera mi capitán. Y, precisamente, la razón es que no es uno al uso. Es un guía de verdad, uno de los artistas más generosos con su trabajo que conozco", asegura para la revista.Además de su carera profesional, Miguel Ángel Silvestre confiesa no estar enamorado, pero si que ha dicho lo que le gusta de una mujer: "¿Lo que más valoro en una mujer? La alegría. Me gustan las mujeres felices". También ha asegurado que ahora mismo está viviendo un momento algo extraño: "Vivo entre dos polos opuestos. Por un lado, me siento como en primavera, bailando reguetón... Por otro, con nostalgia por la ausencia de mi padre. Cuando cae la noche es cuando más triste estoy".
Un hombre muy familiar
Tras la muerte de su padre, Miguel Ángel Silvestre le dedicó públicamente unas bonitas palabras. En esta entrevista tampoco ha faltado otras tiernas dedicatorias: "Toda mi vida he considerado que ser padre es un acto de mucha generosidad. Pero es que el mío me dio literalmente lo que él nunca tuvo".
Además, habla de la estrecha relación padre e hijo que mantenían: "Yo apago el móvil por las noches, a mí nadie me puede localizar... Bueno, pues él siempre lo dejaba encendido. He llegado a llamarle a las cinco de la madrugada para comentarle que algo me preocupaba, y él cogía el teléfono y se levantaba de la cama para sentarse en el salón a hablar conmigo. Así que se ha ido muy pronto. Y, sin embargo, yo soy un hijo afortunado".Su madre también es un pilar muy importante en su vida: "Mi heroína es mi madre. En estos últimos cinco años, se ha ocupado en estudiar Psicología, así que la considero muy valiente. No sólo me da buenos consejos, sino que me divierto siempre con ella. Es una suerte tener una madre joven y a la que admiras profundamente".